La Secretaría de Desarrollo Social del Estado de Tamaulipas, en su página electrónica aseguró que el gobierno de la entidad ha apoyado en este año 2015, a un total de 406 mil 240 familias con el programa Nutriendo a Tamaulipas.
Y el pasado, 9 de agosto, aquí en Nuevo Laredo, Antonio Martínez Torres, titular de esa secretaría, dijo que son a 375 mil hogares a los que se apoya con despensas alimentarias en la entidad, de los cuales 25 mil familias son de esta ciudad.
El 13 de octubre del 2014, antes de que lo tuvieran que separar del cargo que hoy ocupa Antonio Martínez Torres, Homero de la Garza Tamez (a quien las autoridades texanas le descubrieron 1.1 millones de dólares depositados en un banco de aquel lado del río Bravo), dijo que “cerca” (nunca precisan una cifra) de un mil millones de pesos se invertirían ese año, para los programas sociales, entre ellos 362 mil familias con ayuda alimenticia.
ECHADA A PERDER
Pues bien, la Cámara de Comercio de Matamoros, en voz de su vicepresidente Román Garza Olguín, denunció este pasado jueves 29 de octubre, que los alimentos que componen las despensas de SeDeSol del estado, están echados a perder, tienen vencidas las fechas de caducidad, latas enlamadas por dentro, bolsas de alimentos que presentan todo tipo de animales, ¡hasta cucarachas!
Los comerciantes de aquel puerto, aconsejan a la ciudadanía de los 43 municipios de la entidad a verificar sus alimentos.
Y piden que el gobierno del estado, se apoye en los propios comerciantes locales de cada ciudad, para surtirse del alimento a granel, que garantice frescura y calidad, mismo que irá a parar a tales despensas.
CRIMINALES INSENSIBLES
Huelga decir que el negocio es grande, alguien en el gobierno estatal se está llevando “el pato al agua”, o como dice el pueblo; “ahí está la papa”, entre unos muy pocos, se deben estar enriqueciendo.
Pero, lo que sí no tiene nombre, ni perdón, es el daño a los tamaulipecos más pobres, ni que decir de sus mismos “amigos” priistas que como en este periódico se ha publicado muchas veces, es a quien mayormente se reparten tales despensas (entregadas en colonias Hidalgo, Zaragoza, Juárez, Roma, Victoria, Anáhuac, Viveros, Guerrero, San Rafael, Matamoros, Palacios y muchas más, donde no hay pobreza extrema, no como en la periferia, no como en el arrabal, donde el hambre cala igual o peor que el frío).
¿Cuánta de nuestra gente, nuestra niñez desnutrida y baja en defensas inmunológicas, no se habrá enfermado comiendo con tanta hambre, ese mugrero intoxicado y echado a perder?
Falta de sentido social, refiere el dirigente de Canaco, pues la gente de SeDeSol estatal, sabe a simple vista qué calidad presentan las cajas de galletas, avena, bolsas de pasta, arroz, lenteja, frijol, contenedores de leche, de soya, así como latas de sardinas y atún.
Sin duda muchos dirán que los comerciantes de Matamoros, quieren participar en la repartición del pastel, quieren su tajada, entrarle a la papa.
Y es cierto, pero ¿por qué no?, ¿no se trata de distribuir el dinero del pueblo, entre el mismo pueblo?, ¿no los comerciantes de Matamoros, Reynosa, Mante o Nuevo Laredo, pagan impuestos y contribuyen al estado, no generan empleos?
Comprándole al de casa, se reactivaría la economía de cada pueblo, se generaría empleo, esa chamba de la que hoy carecen los tamaulipecos y por eso piden la ayuda de gobierno, para mal comer, principio básico de todo ser humano, que en nuestra entidad, de plano, no está asegurado.
Otra mancha más del gobierno de Egidio Torre Cantú, pero parece que a éste, como a Antonio Martínez Torres, no les importa, porque ellos no comen de esa bazofia, pero, irónicamente, sí les significan muchos, ¡cientos! de millones de pesos, por esa porquería.
¿Nutriendo a Tamaulipas o Pudriendo a Tamaulipas?
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