Conocía al doctor Rodolfo Torre Cantú a través de las pláticas de uno de sus más cercanos amigos, su compadre de Matamoros Raúl César González, pero fue el lunes 14 de junio cuando por primera vez lo saludé personalmente.
Fue por unos cuantos minutos, quizá cinco o menos, en un salón del Holiday Inn Zona Dorada de Reynosa, donde acudió para una entrevista con Hora Cero que está en video en nuestra página de Internet.
A través de su amigo y compadre matamorense, sabía que el doctor era una buena persona, que durante su función como secretario de Salud, había ayudado a mucha gente en el Estado, sobre todo de clase humilde.
Antes de que fuera designado candidato a gobernador, Raúl César no dudaba que el doctor tenía el perfil para aspirar a tal cargo, mas allá de su cercanía con el Ejecutivo estatal, Eugenio Hernández Flores. Y de la profunda amistad de sus esposas.
Otra prueba de que Torre Cantú era una persona noble y caritativa vino, meses atrás, de la reconocida periodista Lucía Calderón. Aguda y muy crítica, difícil de convencer, sobre todo por un funcionario público con aspiraciones, Lucía avalaba la trayectoria del doctor.
Esa tarde en el hotel de Reynosa, el candidato venía de una reunión con jóvenes y campesinos y, puntual, llegó a las cita pactada para la entrevista a la una de la tarde.
La comitiva que entró al salón era de ocho personas, entre ellas Luis Villarreal y José Aspeita, del equipo de prensa, además de Enrique Blackmore Smer, su secretario particular, otra de las víctimas del lunes negro.
En la entrevista, que fue portada en las ediciones de Hora Cero de Tamaulipas y Nuevo León, fue tema inevitable la inseguridad que atraviesa la entidad.
“Volverá la paz a Tamaulipas”, fue el titular de la portada.
Y mientras eso sucede, en un país turbulento por la inseguridad en cada rincón, en cada ciudad, por lo pronto Torre Cantú, Blackmore Smer y los tres escoltas caídos, seguro ya descansan en paz.
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