Monterrey, N.L.-
Estaba un día El Apuntador buscando en el Feis ofertas para un purificador de aire Dyson, de esos que anuncian los influencers, porque ya ven que la tierra y el polvo están a peso, cuando le llamó la atención un revuelo que se armó en redes sociales.
Resulta que hace días hizo mucho ruido un incidente registrado en el Ayuntamiento de Cadereyta, Nuevo León, donde una persona identificada como Ana Ronquillo fue sacada del palacio municipal esposada, pues se dijo que estaba alterando el orden.
El asunto se complicó, ya que Ronquillo fue identificada como periodista y propietaria del perfil de Facebook Brújula Noticias, mismo que —hay que ser muy precisos— solamente existe en esta red social; es decir, no tiene siquiera una página web.
El hecho fue calificado por algunos como un ataque a la libertad de expresión ordenado por el alcalde de Cadereyta, quien —hay que decirlo— hizo mal al tolerar que los agentes policiacos cometieran el exceso de esposar a Ronquillo.
De hecho, no es aceptable que una autoridad le ponga grilletes a cualquier ciudadano (independientemente de si es o no periodista) solo por haberla cuestionado sobre sus labores.
El alcalde, secretarios y regidores tienen la obligación de responder a los ciudadanos cuando los cuestionan; esta no es una atribución exclusiva de la prensa.
Hay que decir que, tras unos días de escándalo, el presidente municipal salió a decir que Ronquillo no es periodista, sino una militante del Partido Acción Nacional enviada específicamente a generar problemas.
La autoridad incluso elaboró un boletín de prensa donde informó que el motivo por el que sacaron a Ronquillo del Palacio Municipal fue porque “se estuvo peleando a voces con otra mujer al punto de los manotazos”.
Además, aseguran que Ronquillo fue regidora en la administración que encabezó Cosme Julián Leal Cantú en el trienio 2021-2024.
Estas dos posiciones tan discordantes pusieron a pensar al columnista, quien, de entrada, se cuestionó: ¿Cuál es el problema de que Ronquillo sea militante activa de un partido político o, incluso, que haya sido regidora del Ayuntamiento? Quienes ejercen el periodismo tienen el mismo derecho que cualquier ciudadano a contar con una preferencia política.
Lo que sí es cuestionable es que, en estos tiempos, se quiera elevar a rango de periodista a casi cualquier persona solo porque tiene acceso a un teléfono celular.
Hoy, cualquiera que tenga una red social se dice “periodista” y, desgraciadamente, existen los directores de comunicación social que los tratan como tal.
Porque —quién sabe si están de acuerdo, queridos lectores—, en estos tiempos el término “periodista” está demasiado devaluado: cualquiera que dice tonterías frente a un teléfono cree que ya está al nivel de quienes estudiaron o ejercieron esta profesión durante años.
Aquí también hay que señalar la hipocresía que se vivió en un sector de la prensa de Nuevo León, que de inmediato se rasgó las vestiduras y exigió justicia para Ronquillo cuando, unos días antes, hizo mutis al conocerse de la agresión en contra de la corresponsal de N+ Monterrey, Karina Garza Ochoa, y su camarógrafo durante la marcha del #8M.
¿O sea que cuando un alcalde ordena sacar esposada a una creadora de contenido sí está mal, pero cuando una feminista encapuchada le pega con un martillo a una cámara, no?
Ahora sí que el columnista no entiende los criterios que se están usando.
RETAZOS
Por otro lado, por fin hay nuevo consejo consultivo en la siempre convulsionada Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL, con la inclusión de Andrés Bichara, el mandamás de Núcleo Radio Monterrey (NRM).
Entre los integrantes que posaron muy bien en la foto oficial, llama la atención que a nadie de Multimedios, Televisa Monterrey y TV Azteca Noreste se le hizo la cortesía… o quizás el cartero andaba perdido y se quedó con las invitaciones en el morral.
El evento fue encabezado el martes 18 de marzo por Jorge Cisneros, director de relaciones institucionales, quien ya calienta el brazo para el relevo en la FCC en 2028.
Salvo Azucena Uresti, egresada de la FCC —muy polémica y viral en el caso de la joven Debanhi—, la mayoría no son periodistas (sí dueños de medios, que no es lo mismo), con lo cual se confirma que esa carrera —que desde su fundación ha dado brillo a la FCC— ya huele a difunta en su plan de estudios. Algo que realmente es inexplicable.
Por eso, que nadie se queje si los alumnos —quizá pocos— que todavía se inscriben a las facultades de comunicación, no solo en Nuevo León, sino en México, traen la brújula desorientada, creyendo que José Daniel Borrego, del Cabal 28, es un ejemplo a seguir en los medios.
O peor, que les toque hacer los títulos en una televisora como Multimedios, poniendo con “z” el nombre del vicefiscal de Ministerios Públicos de la Fiscalía estatal, Luis Enrique Orozco Suárez.
Regresando al tema del consejo consultivo, en el caso de Multimedios se entiende que no tenga representación, por el pleito arrastrado que tuvo, tiene y tendrá el director de la FCC con María Julia “Sinfuente”, conductora de Telediario de mediodía… ¿pero por qué hacerle el “fuchi” a Televisa Monterrey y TV Azteca Noreste?
Y volviendo al caso de Bichara, NRM es una de las pocas empresas radiofónicas del Estado y con presencia en el sur de Texas, que entienden que el periodismo nunca morirá, además de que son empáticas con sus colaboradores.
Un día, este Apuntador —tan amado por unos como odiado por otros— tendrá la oportunidad de compartir ciertas anécdotas que pasaron dentro de NRM y que hicieron felices a varios que gozan de una digna pensión del IMSS.
En otros asuntos hay que comentar que el pasado 27 de marzo, en el Auditorio del Museo de Historia Mexicana, se llevó a cabo la ceremonia de entrega de reconocimientos a Mujeres Periodistas y Comunicadoras, por parte de organizaciones como Periodistas de Nuevo León, Colegio de Comunicación y Periodismo de Nuevo León, Asociación Periodística Independiente de Nuevo León y la Red de Periodistas del Noreste.
Entre las compañeras que fueron galardonadas —y que cubren muchos rubros de la comunicación, no solamente el periodismo— se encuentran: Mónica García, Blanca Cisneros, Martha Cedillo, Liliana Elosegui, Marcela Perales, Olivia Martínez, Judith Medrano, Raquel Hernández, Ileana Mayorga, Claudia Ovalle, Mayela Cano, Rosalinda Cadena, Viviana Sánchez, Verónica de la Rosa, Melva Frutos y Daniela García.
Mención aparte merece la compañera y amiga Elvira Ramos, quien no solamente es un pilar de la comunicación de las distintas actividades de 3 Museos, sino que también ha sido una reconocida promotora de la actividad cultural en Nuevo León.
¡Felicidades a todas ellas!
Quien también merece felicitación es Antonio “Toño” Nelly, quien, como se informó en la pasada entrega, fue objeto de un reconocimiento del Congreso de Nuevo León por sus 40 años en el periodismo deportivo.
A quienes les fue como en feria en las redes sociales fue a los críticos de cine de El Norte y creadores de la videocolumna “La Veo o No la Veo”: Eduardo Molina y Janett Juárez.
Resulta que en días pasados realizaron su reseña de la nueva versión live-action de Blanca Nieves de Disney, cinta que ha sido víctima de todo tipo de críticas y desprecios de los internautas.
El problema es que, en el caso de Molina y Juárez, no solo salieron con una muy buena reseña de la película, sino que también recomendaron a la gente que acudiera a verla en el formato IMAX.
Y aunque en este tema todo es asunto de opiniones subjetivas, la realidad es que a los usuarios de redes sociales —especialmente Facebook— les molestó mucho que los críticos de cine de El Norte le hayan dado tan buena reseña a una película que, en términos generales, está siendo destrozada en Internet.
Incluso, no faltaron quienes señalaron que, en el caso de Molina y Juárez, el 90% de las películas que ven les gustan, las recomiendan y aseguran que están bien hechas, algo que ha molestado, pues consideran que eso pone en duda su integridad al emitir una crítica.
Por supuesto, el columnista jamás pondría en duda la integridad de estos dos críticos —pues, otra vez, se está hablando de temas muy subjetivos, como lo son los gustos personales—, pero sí entiendo cómo la gente se puede enojar cuando dices cosas positivas de una obra que está siendo masacrada en redes.
Y ahora sí va la pregunta de la quincena: ¿Ya se acabaron los despidos de talento en Televisa Monterrey?
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