Se Polariza la Clase Política

Con la propuesta del paquete económico del presidente Calderón, llegaron las reacciones de los grupos parlamentarios de los diferentes partidos que conforman el Senado y la Cámara de Diputados.
Mientras voces de oposición declaran “muerta” la posibilidad de que se apruebe la creación de un nuevo impuesto ahora llamado para la “antipobreza”, que gravaría un 2 por ciento al consumo en general, el gobierno y el Partido Acción Nacional, aseguran que para esta propuesta de recaudación, planteada por el Ejecutivo, no existe un plan “B” y advierten que un rechazo a este impuesto, traería más pobres al país.
El PRI se definió, por “cero gravamen a alimentos y medicamentos”, y señalaron que esta postura no es cuestión de cantidad.
Alejandro Encinas, coordinador del PRD, reiteró el repudio al paquete económico 2010, ya que según el disparará el desempleo a seis millones de mexicanos para el próximo cierre de año.
La coordinadora del PAN, Josefina Vázquez Mota, dijo que se trata de una “propuesta responsable, que considera el movimiento económico; se agotó el financiamiento petrolero y hay que buscar otras alternativas”, dijo.
Este 15 de septiembre comparecerá ante el congreso el ya muy criticado secretario de Hacienda, Agustín Carstens, quien escuchará el repudio de los representantes de las diferentes bancadas que conforman este congreso.
L a administración pública debería de llevarse por gente que se mueva no por intereses partidistas, ni por intereses de grupo o individuales que no ven por el beneficio común de un pueblo, por personas que tengan oficio, pero de servir, no de servirse, porque no dudamos de la capacidad de el secretario de Hacienda pero si en lugar de tratar de gravar nuevos impuestos, volteara a ver a toda esa cantidad de empresas y al comercio informal que no están en el padrón de contribuyentes, y los obligara a pagar, no necesitaríamos nuevos impuesto, y se aplicaría la ley fiscal por parejo, y no sólo exprimirían al causante cautivo, que es el que cabalmente cumple con sus obligaciones, pero es obvio que no lo hace por intereses políticos.