Sin cantar victoria

Un gran sustote pasaron miles de ciudadanos, que sirva de experiencia que la raza ya está harta de los malos gobiernos que no cumplen.

En un día pasado por agua, a “munchos” no les importó dejar sus ocupaciones domingueras para acudir a emitir su sufragio, oséase a depositar el papelito cruzado del voto.

¿Qué más aprendimos en este Sunday?

Pos que fue más la apanicada de que habría sangre y guamazos, pero no, todo estuvo tranqui, salvo la lluvia que se dejó caer de manera esporádica durante all the day (todo el día).

En las bodas que llueva es señal de buena suerte y ahora en estas elections, esperamos que también traiga güena vibra a nuestro gobernante.

No voy a hablar de lo mal que han quedado los anteriores gobernadores y alcaldes, porque no tiene caso repetir lo que ya sabemos, que el Estado sigue mal porque no se hace nada de la seguridad, de las calles llenas de baches, basura y water cuts.

O, no lo voy a decir, porque si en esta ocasión ganó el PRI, que en verdad hagan bien las cosas, porque hay un límite, nos tienen del pescuezo como gallinas en el matadero, luego pa’ vendernos congelados como piedra en los Smarts.

No, no voy a decir que si bien queremos paz, seguirán los sustos en las calles por secuestros y matazones.

-Que tu boca se haga chicharrón-, me dijo mi vecina que se cree Rocío Durcal, con sus canturreos hasta las altas horas de la madrugation.

Mientras miles de primos se van a los McAllenes quesque allá no hay tanta violencia, pero sabemos que allá ya llegó hace muchos ayeres, que no es por hacerle caso al “Pelucas” de Trump, pero sí hay muchos migrantes malandrines. Como también hay güeritos serial killers, a poco no, Rosa María no se pierde los programas que pasan por Cablevisión, quesque están muy güenos y más remojados con un pan relleno de chocolate y un cafecito Andati del OXXO.

Ah pero que no te den susto en las calles de Reynosa, porque eso ya supera la ficción. Esa “mesma” ficción que ya cumplió ocho años, desde aquella balacera ajueras de una escuela por la avenida del Maestro, que vino a romper nuestra tranquilidad.

‘Ora sí que se cumplan los compromisos que nos prometió Balta Hinojosa y que estoy seguro que lo hará, como el trabajo de todas las mujeres Magnolias, que estuvieron arrempujando la opinión de la people, con tal de que cambiaran los pronósticos de una posible derrota priista.

Pero no canten victoria. Hasta el miércoles sabremos los resultados finales.

Balta prometió impulsar el desarrollo de chambas, en un momento de crisis económica donde el peso llega a casi 20 por dólar, pero que no nos importa, porque estamos dendenantes acostumbrados a las devaluaciones de la moneda.

Como dice Rosa María, queremos un pueblo de paz, porque semos gente güena, jaladora, que no es mala leche. Ya sea de Zacapu, Michoacán, de donde es ella, o de Monterrey, como yo mesmo, hay miles de foráneos que venimos a esta linda ciudad llena de baches a hacerle la luchita.

La “cuestion” es por qué Josefina Vázquez Mota, ex candidata del PAN a la Presidencia, se adelantó para darle el triunfo al PAN, cuando ni siquiera habían cerrado las elections.

¿Por qué no vino el güerito Ricardo Anaya a apoyar a su candidato albiazul?

La raza no olvida el pasado oscuro. Esta es una lección que deben tomar todos los políticos, sean del PAN o del PRI, finalmente el pueblo es quien apolinga la decisión y no se equivocó. Si en seis años ocurre que seguimos “pior” que dendenantes, pues ‘tons cuídense porque ya no habrá otro milagro.

Fue el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Rafael González Benavides, quien declaró ganador del proceso electoral al candidato de su partido, a Baltazar Hinojosa Ochoa.

En conferencia de prensa, el dirigente expresó que los resultados de las encuestas de salida a los que tienen acceso, revelan que Balta fue el candidato que obtuvo la mayor cantidad de votos en esta elección.

Esta tendencia, dijo, quedará demostrada cuando se lleve a cabo el recuento oficial de los votos el próximo martes en los Consejos Municipales Electorales.

Mientras tanto, no es seguro: no hay que cantar victoria.