Tantas vueltas a través de una década, para caer exactamente en el lugar donde comenzó todo: el municipio.
Cuando inició la desaparición constante de personas hace más de diez años, eran todavía los tiempos de Vicente Fox, Felipe Calderón no tenía ni idea de que podría plantarse y ser el candidato panista a la presidencia en contra de los deseos del guanajuatense.
Pues bien, de ahí a la fecha se llevan contabilizados 28 mil personas, mexicanos en su mayoría, que se esfumaron, dicen las autoridades, sin dejar rastro.
La desaparición de mexicanas y mexicanos ha ido en aumento desde que Calderón decidió combatir con toda la fuerza del Estado a la delincuencia organizada en las calles, estrategia que continúa el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Inegi, no dejan mentir, durante 2015 se registraron 20 mil 525 homicidios dolosos en México. Imaginemos por un momento que ponemos todos esos cadáveres, que alguna vez fueron personas, uno junto a otro, el espectáculo sería escalofriante. Veinte mil 525 vidas rotas e igual número de familias destruidas.
Hasta hoy, después de diez años no hay una salida certera a la crisis de seguridad.
Se fue Calderón, se quedó Peña y las cosas siguen igual o peor que antes.
Sin embargo algo empieza a cambiar, por lo menos en Tamaulipas este martes vimos que hay personas valientes que ya no están dispuestas a seguir callando.
La reunión organizada por un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas es el primer paso para que haya presión hacia las autoridades para resolver las desapariciones, como indica la nota del periódico Expreso, del total de desaparecidos, el 24.7 por ciento fueron vistos por última vez en alguna ciudad de esta entidad. Tamaulipas, primer lugar nacional en desapariciones. Qué vergonzoso y qué doloroso.
¿Qué responden a ello las actuales autoridades? ¿Harán como lo han hecho todos estos años? ¿Guardarán silencio y fingirán que no ven, ni oyen?
Como preludio a la entrega del cuarto informe de gobierno, Peña Nieto y Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de gobernación, anuncian otro cambio en la estrategia contra la inseguridad y el crimen. Dice que hace falta un modelo local para combatir a la inseguridad.
Ahora después de una década planean volver al sitio de donde partió todo el desbarajuste: en los municipios.
Los municipios cuestionados, ridiculizados, reducidos, según la visión del Estado mexicano, a lugares donde la pudrición y la corrupción se ha regodeado, especialmente en las policías municipales.
Pues resulta que a Peña y a Osorio se les ocurrió la idea brillante de volver a desandar el camino y recomenzar donde inició la debacle.
Anuncian un plan de acción en los 50 municipios más violentos del país, no dicen cuáles son, ni sabemos cuántos de ellos están en territorio tamaulipeco.
Pero, por lo que se ve, sigue la intención de meter a todos en el mismo saco. Hasta ahora el gobierno federal no ha entendido que Culiacán no es Nuevo Laredo, ni que Monterrey es Miguel Alemán. Cada municipio y cada estado tiene su propia historia, revisarla les daría luces para saber que la estrategia igual para todos no les funcionará.
No hay manera, los grupos delictivos están organizados y enlazados de distintas formas en cada territorio. Desconocer este principio al momento de elaborar una acción lleva irremediablemente al fracaso repetido una y otra vez.
Osorio Chong ha estado en Tamaulipas incontables veces, ha hecho compromisos que no ha podido cumplir porque se resiste a adentrarse en los vericuetos que mantienen con vida la estela de violencia e inseguridad.
Pues bien, sigámosle metiendo dinero bueno al malo. Sigamos alimentando contratos de compra de armamento y equipo y todo lo que implicará la “nueva” estrategia, al cabo que el presupuesto del país es inagotable. O al menos eso creen Peña Nieto y sus compañeros de gabinete.
Prioricemos favorecer a los amigos y compadres en el negocio redondo y jugoso del combate a la inseguridad, en lugar de meterle inteligencia a un plan bien diseñado y adaptado a las condiciones de los territorios en pugna, porque por lo que se ve, el gobierno federal no tiene ni idea de cómo elaborar un modelo acorde a los municipios.
Sigan así señoras y señores, van muy bien encaminados al despeñadero en el 2018.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx
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