Pos mira brody que ya me vacuné. Quiero aclarar que no soy “abuelito”, por lo menos hasta que uno de mis cuatro hijos se anime a darnos un nieto.
Pero las nuevas generaciones ahora le piensan mucho para tener algún compromiso. No quieren broncas.
Ya veo a la Rosa María que se pondría como gallina culeca con un nieto, si cuidando a David Manuel, nuestro sobrinito, se emociona tanto, ‘ora imagínate con un huerco bebecito.
Déjame brody te explico cómo estuvo lo de la inoculación, porque todos me preguntan que cómo le hice.
Tengo amigos que ya lo hicieron en el “otro lado”, pero pos todavía no podemos pasar por nuestra Whataburger, porque tenemos visa de turista y están cerrados los puentes internacionales, así que seguiremos esperando hasta que nos “den chance” de ir pa’ allá.
En el sitio web de la Universidad UT Health Rio Grande Valley piden la fecha de nacimiento, la información de alguna conmorbilidad como cáncer, diabetes, enfermedad renal crónica o del corazón, alta presión, obesidad o embarazo, entre otras.
En el Valle de Texas cada vez es más fácil la vacunación, hasta las farmacias Walgreens la aplican, como en miles de ciudades de Estados Unidos. También los hacen los HEB y los Walmart.
“Fue muy sencillo, estuve batallando varios días, pero finalmente encontré una cita en la farmacia, así que acudí solo 15 minutos antes y me atendieron muy rápido”, dijo Rafael, de origen mexicano, pero ciudadano americano.
Me confesó que un amigo y su familia estuvieron batallando para hacer una cita para su familia, pero finalmente encontraron una en una Walgreens de Brownsville y hasta allá se fueron.
Hemos visto que cada vez es más sencillo vacunarse, ahora ya están invitando a los jóvenes a hacerlo en varios sitios públicos.
Pero acá en México, apenas vamos en los mayores de 60 años. Y pos yo solo me metí a la página y sí me dio el resultado con mi cita correspondiente.
Pero en el sitio de la vacuna en México sólo piden el CURP y la edad, para dar después la cita respectiva en la ciudad correspondiente.
En Monterrey por ejemplo, se proporciona una hora específica de aplicación, mientras que otras se organizan de acuerdo a la inicial del apellido de la persona.
En Reynosa dieron la cita de esta manera, pero a los dos días, la abrieron para todo tipo de apellidos, de una manera fluida por “drive thru”, como para quienes fueron a hacer la fila a pie. A mí sí me salió y me faltan dos meses.
Ya cuando llegamos al estacionamiento del Gimnasio de la UAT un gendarme te advierte: “¿tiene sesenta?”: O sea que si digo que no, no me pican con la jeringa esa.
“Claro que sí”, dije, y pos nos dejaron seguir en el auto. Había pocos autos, de hecho, nos recibió una enfermera muy amable:
“Puede tomar un baño de agua tibia, en caso de que se sienta mal, tal vez le duela un poco su brazo. ¿Cuál es el que menos usa? Bueno, entonces súbase la manga de la camisa para que esté listo”, dijo ya en la fila de coches en la entrada de la UAT, en Reynosa.
“¿Y sí le puso el líquido?”, le pregunté.
“Claro que sí, señor, como cree”, me respondió tajante.
En las redes sociales la gente está desconfiando que en verdad ponen la vacuna, luego de la difusión de un video viral en el cual “inyectaron aire” a un ancianito.
“Claro que la ponemos. Tal vez le duela un poco”, me dijo, para luego darme una advertencia pavorosa: “Le vamos a pedir que para mejores resultados no vaya a tomar alcohol por 21 días”.
“¿Cómo? ¿Y ahora cómo le voy a hacer?”, le respondí.
“Pos a aguantarse señor, no debe tomar nada de nada”.
Luego de ir por “drive thru”, te guían a una fila de autos. En total eran 10 separadas, donde había que aguardar 30 minutos para observar que no se diera alguna reacción a la vacuna Pzifer.
Luego un joven pide los comprobantes de la cita, las copias del CURP y del domicilio, para alentarlo a estar al pendiente de la segunda dosis.
“No han dicho para cuándo será, pero hay que estar al pendiente de los noticieros”, me dijo.
Ya con la vacuna aplicada, el regreso a la normalidad será más sencillas, con la mayoría de la población protegida se impulsarán las actividades económicas y sociales. Seguiremos, cierto, usando cubrebocas, manteniendo la sana distancia y llevando el botecito de gel antibacterial para todos lados: no vaya a ser y nos dé un susto el Chamuco.