Cd. de México.-
Si hay un perdedor en la culminación de la novela protagonizada por Pablo César Aguilar y Enrique Triverio es el gremio arbitral.
La inapelable resolución del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que devolvió las sanciones originales a ambos futbolistas, significa un revés para los silbantes, quienes suspendieron la décima jornada del Clausura 2017 en protesta a que el defensa central paraguayo del América había recibido 10 cotejos de suspensión y el delantero argentino del Toluca ocho, por las agresiones sobre los jueces Fernando Hernández y Miguel Ángel Flores, respectivamente.
El paro obligó a que se interpusiera una queja ante la Comisión de Apelaciones de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), la cual determinó suspender un año a cada futbolista, resolución fulminada por el TAS, que devolvió los 10 y ocho partidos de suspensión a Aguilar y Triverio.
Es por eso que los árbitros son los perdedores, ya que aquella huelga -a final de cuentas- no sirvió de nada.