Monterrey, Nuevo León.-
Segundos mágicos, como si fueran dentro de la bóveda celestial.
Los vidriosos ojos de Aldo de Nigris reflejaron la satisfacción que genera cumplir una promesa. Mientras más de 30 mil gargantas coreaban al unísono su nombre, el atacante rayado levantó la mirada al cielo para realizar una dedicatoria especial hacia su fallecido hermano Antonio. Por fin se erigió héroe en el clásico regiomontano.
La edición 95 del choque entre el Monterrey y los Tigres fue decidida por el ímpetu de un hombre que jamás se venció.
Rompió el candado felino con aquel sutil toque que hizo pagar a Enrique Palos su infame salida (42’). El 2-0 fue digno de museo. Relampagueante y, a la vez, delicada combinación con Humberto Suazo (54’).
Primera vez que Aldo marca dos veces en el partido que divide a la Sultana del Norte. Realidad que superó a la ficción.
La sonrisa que esbozó Víctor Manuel Vucetich lo comprobó. El Rey Midas del balompié nacional alargó su imbatibilidad en esta clase de juegos: cuatro victorias e igual número de empates.
Domina a unos Tigres que suman 404 minutos sin anotarle a los Rayados, su peor sequía en la historia. El más reciente gol amarillo frente al acérrimo contrincante fue hecho por Jesús Molina, quien ya ni está en el club.
Cifras que adornan la noche de Aldo en la bóveda celestial.
Por otra parte, los Jaguares se metieron a zona de Liguilla con autogol de Daniel Alcántar, además de los tantos de Édgar Andrade y Luis Gabriel Rey, para vencer de visita 3-2 a San Luis.
En tanto, Santos y Estudiantes empataron a un gol. La igualada permite a los Tecos mantenerse a cinco puntos del Atlas, en la lucha por no descender. Goles de Quintero y Bareiro.
A su vez, José Alfredo González Tahuilán (13’) y Joe Corona (19’) dieron a los fronterizos Xolos de Tijuana una victoria 2-1 que los mantiene en puestos de fase final.
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