Acapulco, Guerrero
En la gran final del Abierto Mexicano de Acapulco entre Rafael Nadal y Cameron Norrie, la jueza del encuentro tuvo que pedirle a la afición mexicana no realizar la ola, ya que en el tenis, este tipo de acciones son consideradas como posibles afectaciones a la concentración de los protagonistas.
La afición mexicana, a su más fiel estilo, empezó a realizar la mítica ola y fue ahí cuando la jueza pidió por el sonido local que lo evitaran, situación que hizo enfadar a los presentes.
La Arena GNP, que fue estrenada para esta edición del Abierto Mexicano y con una capacidad para 10 mil aficionados, lució repleta en la gran final, y con un espectacular ambiente.