Tennessee, EU.-
Es la versión más gris del llamado “Clásico de la Concacaf”.
Tener en su mayoría a futbolistas con poca experiencia, ser dirigidos por entrenadores interinos y jugar en una ciudad con poca población hispanoparlante, provocó que al choque de esta noche entre Estados Unidos y México le falte pasión en las tribunas y los alrededores del estadio Nissan, hogar de los Titans de Tennessee, franquicia de la NFL.
La organización del choque reporta poco menos de 30 mil localidades vendidas, y al estadio le caben casi 70 mil espectadores, lo que refleja el poco interés por el juego que hay en la capital de Tennessee.
La mayoría de los aficionados que asisten son mexicanos o con ascendencia mexicana, porque buena parte de la efervescencia que despertaba el combinado estadounidense murió al no clasificar al Mundial Rusia 2018.