Columbus, Ohio / Feb. 9
“Ha sido un viaje muy largo, estoy cansado”. Las frases de Rafael Márquez a su llegada a Columbus para reunirse con la Selección Nacional no tienen más palabras que ésta, la más extensa de todas.
El capitán del conjunto tricolor se ha guardado cualquier impresión respecto al duelo ante los estadounidenses. “No voy a hablar, ni mañana ni pasado”.
Y cumplió. Al zaguero del Barcelona le persiguieron cámaras y micrófonos que no lograron que cambiara de opinión. Al igual que Pável Pardo, Márquez argumentó que hay sectores de la prensa que ensucian el entorno del equipo, por lo que ha preferido no tener contacto con las grabadoras y concentrarse a lo meramente futbolístico.
A unos pasos de llegar a uno de los elevadores del estacionamiento del aeropuerto de Columbus, Rafael se encontró con el zaguero del Stuttgart, Ricardo Osorio. Estos dos compartirán la defensa central de México junto a Aarón Galindo y Carlos Salcido (quien llega este lunes al igual que Guillermo Franco). Un abrazo, un par de fotografías y se perdieron tras las puertas del ascensor, imaginando los posibles escenarios para el miércoles.
Minutos antes, Osorio detalló las razones por las que algunos elementos de la Selección Nacional han preferido no hablar con los medios de comunicación previo al esperado duelo ante Estados Unidos.
“Para este tipo de compromisos quisiéramos que todos estuvieran de nuestro lado. Queremos que la prensa esté con nosotros, pero si perdemos no lo están. Sabemos que vivimos de los resultados”, comentó el defensor nacional.
Más tranquilo, el del Stuttgart señaló que la experiencia de los anteriores encuentros ante los estadounidenses les dará las armas para vencerlos en su propio juego. “Tenemos que ganar como sea, jugando bonito o feo. Así poco a poco vamos a ganar mucha más confianza”.
El equipo mexicano está prácticamente completo con la llegada de Osorio y el capitán Márquez. Este lunes, Sven-Göran Eriksson podrá acomodar mejor su defensa en busca de consolidar el plan que ha diseñado para vencer a Estados Unidos, sólo le faltará Salcido en la zaga titular, pero este se adapta a cualquier situación.
¿Está listo el Tri? Habrá que esperar un par de días más, la pregunta no se puede contestar a lo lejos, aunque la presencia de Márquez enriquezca la confianza de cambiar la historia.
El Tri entrena entre lodo y charcos
La cancha de entrenamiento de la Selección Nacional es un lodazal, producto de que la temperatura aquí ha ido en ascenso. Así se espera que esté la cancha del Crew, en donde enfrentarán a Estados Unidos.
El intenso frío ha dejado de ser tema y obstáculo rumbo a la victoria. Entre los seleccionados aseguran que nunca fue pretexto, pero con cinco grados centígrados promedio, la preocupación ha pasado a ser las condiciones del terreno de juego.
Lodo, charcos, pasto muerto. Difícil que el esférico ruede en estas condiciones, lo que afecta el estilo que los seleccionados aseguran, les dará la victoria en la presentación dentro del Hexagonal. Pero le sonríen a la adversidad.
“Si hay malas condiciones, pero más que quejarnos les ponemos buena cara, con el deseo de acoplarnos lo antes posible a las canchas”, comentó Oswaldo Sánchez, arquero tricolor, quien pone el ambiente en las fotos y se mete al encuadre con vuelo de poste a poste. El resto sonríe.
Sven-Göran Eriksson no tuvo más opción que entrenar en tan floja cancha, luego de que la otra opción que tenían para la práctica, a un lado del estadio, no estaba en condiciones. Al final del trabajo, el propio técnico se unió a la fiesta que armaron los jugadores entre bolas de nieve y lodo.
“No es lo mejor. Pero bueno, habrá que acostumbrarse a esto. Hay que jugar en donde te pongan”, añadió Sinha.
Las quejas, sin embargo levantaron el valor para superar el problema de la cancha. “Era lo mejor que teníamos. Además, el grupo está mentalizado en sacar un buen resultado”, explicó Matías Vuoso. “No sé como esté el estadio en estos momentos, pero si está como este campo será difícil para nuestro juego”, añadió Nery Castillo.