Cd. de México.-
Con la derrota ante Argentina (2-0), en Mendoza, Ricardo Ferretti cierra su tercer ciclo como entrenador interino de la Selección Mexicana, con 11 partidos dirigidos.
El saldo pesa más por lo negativo, con un balance de cuatro ganados, dos empatados y cinco perdidos, además de un registro total de 15 goles a favor y 19 en contra.
Fuera de ser una solución a largo plazo, el “Tuca” ha sido para la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) un “bomberazo”.
El brasileño probó por primera vez las riendas del tricolor en 1993. La Selección estaba dirigida por Miguel Mejía Barón; sin embargo, el cuadro principal y el estratega dieron su turno al “equipo B” sólo un partido: un amistoso que se ganó a Costa Rica (2-0), en el estadio Azul.
En 2015, el Tuca acudió al rescate tras el despido de Miguel Herrera como seleccionador. El “Piojo” fue cesado de su cargo por agredir a un comentarista deportivo de televisión, luego de conquistar la Copa Oro.
En ese ciclo, el timonel brasileño ganó dos partidos y dos empates, pero valieron para conseguir el boleto a la Copa Confederaciones de Rusia 2017.
Al finalizar la Copa del Mundo Rusia 2018, Juan Carlos Osorio no renovó con la Selección. La Femexfut comenzó a meditar una amplia baraja de candidatos, pero en lo que realizaron las entrevistas de su proceso de elección, Ricardo de nuevo fue interrumpido de su cargo con los Tigres para encargarse de la forzada renovación del representativo azteca.
El saldo de su tercer interinato: un triunfo y cinco derrotas.
“El único puesto en el que no tengo ningún interés es de ser entrenador de la Selección Mexicana, si me ofrecen de barrendero, a lo mejor me interesa, pero de entrenador de la Selección Mexicana ya no me interesa”, dijo Ricardo en una conferencia en 2015. Y sí que intentó barrer con la crisis y encaminar a una nueva generación.