Después de la octava jornada del Invierno 2000, Alfredo Tena y Gonzalo Farfán ya habían pasado por el banquillo del América; exactamente un año más tarde, Alfio Basile fue cesado tras ocho partidos; en el Apertura 2004, Óscar Ruggeri ni siquiera llegó a la séptima fecha; el torneo anterior, Daniel Alberto Brailovsky fue despedido al término de la jornada número seis.
Todos ellos acumulaban más puntos que las actuales Águilas, versión Ramón Díaz, quien está al límite de la tolerancia en su puesto, según indica el pasado reciente azulcrema.
Porque ésta es la primera ocasión que el América, en la historia de los torneos cortos, llegará a la octava jornada con apenas seis unidades cosechadas.
No obstante, el “Pelado” es puntal en un ambicioso proyecto, por lo que será complicado que engrose la lista de entrenadores amarillos que fueron despedidos abruptamente, pese a sus malos resultados.
Y es que las Águilas padecen los estragos de contar con un plantel que muestra carencias en todas sus líneas.
Más allá de que la retaguardia es la zona que ha cometido los errores de mayores consecuencias, la media cancha, la delantera y hasta la portería, tampoco se salvan.
“Los únicos que pueden sacar al América de esta situación son ellos, los futbolistas, porque tú puedes jugar tácticamente de diferentes maneras, pero hay que demostrar carácter, temperamento”, reitera Díaz.
En especial cuando la situación comienza a volverse crítica.
Los capitalinos sólo han ganado dos de sus más recientes 20 partidos de liga, a cambio de cuatro empates y 14 derrotas.
El Monterrey (1-0) y el Santos (3-2), ambos en el Estadio Azteca, son los únicos clubes que han sido derrotados en esta negra etapa del americanismo.
Como visitantes, los azulcrema no se imponen desde el pasado 8 de febrero, día en el que derrotaron a la UAG (2-1) con dos anotaciones de Salvador Cabañas.
“Las cosas no nos están saliendo”, reconoce un cabizbajo Federico Insúa. “Ante Tigres jugamos un mal partido”.
Lo que se ha convertido en una dolorosa costumbre para una de las aficiones más numerosas en México.
“Cómo no va a preocupar”, subraya el Pocho. “Ahora sí, en este momento ya preocupa todo lo que está pasando”.
Sobre todo porque el equipo muestra una importante desconfianza en todos los sectores de la cancha.
En la zaga, el “Pelado” inició el torneo utilizando a cuatro elementos, lo que ha modificado a cinco, aunque los resultados son igual de negativos, ya que las otras líneas tampoco muestran un buen funcionamiento.
Sin embargo, hay algunos elementos que mantienen la fe en que el equipo saldrá de esta escalofriante racha.
“Recién van siete fechas, quedan 10”, recuerda Insúa. “Si morimos, vamos a estar todos juntos y todavía falta mucho”.
“Tengo mucha confianza e ilusión”, agrega el volante argentino. “Lamentablemente, las cosas no están saliendo, pero todavía las podemos revertir. Eso sí, lo antes posible, porque si no, después nos va a costar muchísimo reponernos de todo esto”.
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