Como en su momento, todo se conjugó en favor de los Yanquis de Nueva York para convertirse en una factoría de títulos divisionales y de éxito en la Serie Mundial en los últimos años; por estos días la suerte parece haberse acabado.
En 1995, en lo que fue la última campaña de Buck Showalter como mánager de los Yanquis, empezó esta larga cadena de ininterrumpida asistencia a la postemporada, que esta campaña podría verse cortada.
Si buscamos la respuesta en la nómina, que es de 207 millones 108 mil dólares, siendo la más alta de todo el beisbol de Grandes Ligas, no hallaremos la respuesta inmediata a un latente fracaso.
Joe Girardi, quien ganó la designación de mánager del año en 2006 con una nómina mucho más humilde, fue contratado en 2008 para hacerse cargo de los Yanquis tras la dinastía de Joe Torre. Pero no ha sido la solución a corto plazo. Dicen en la “gran manzana” que le ha quedado muy grande el cargo.
A esto se suman una serie de malas decisiones, mala fortuna y buena suerte, pero de otros equipos inesperados.
No contratar a Johan Santana, por quien los Mellizos de Minnesota solo pedían a dos lanzadores jóvenes y efectivo a cambio del dos veces ganador del trofeo Cy Young, fue el primer tropiezo.
Santana está proporcionando a los Mets un brazo sólido y confiable en la rotación y los mantiene en la pelea por el playoff. Mientras que poco antes del Juego de Estrellas, Phil Hughes e Ian Kennedy, quienes por ahora no están ni siquiera en el roster de los Yanquis.
Las lesiones han sido cruciales para tener a un equipo neoyorquino bastante atribulado. El mejor lanzador abridor de los Yanquis, el taiwanés Chien-Ming Wang, fue colocado en la lista de lesionados el pasado 17 de junio y se duda sobre su regreso para esta campaña de 2008.
Joba Chamberlain (4-3/2.63), una de las promesas de los Yanquis, fue llevado de la rotación al bullpen antes del inicio de campaña y eso retrasó su asentamiento en las Mayores.
La pérdida de Jorge Posada, receptor y uno de los líderes del equipo el 22 de julio, cuando fue puesto en la lista de lesionados y de quien también se duda sobre su regreso en 2008, llevó a conseguir un canje por Iván Rodríguez, uno de los más grandes receptores de la historia. Pero tampoco ha terminado por cuajar en el lineup de los Yanquis, incluso el famoso “Pudge” bateando apenas por encima de .180 de promedio.
No queda en duda que la gerencia ha intentado de todo por sacar el barco a flote, incluyendo la promoción al equipo grande del mexicano Alfredo Aceves, recién ascendido al equipo grande esta semana.
Xavier Nady y Dámaso Marte llegaron procedentes de los Piratas de Pittsburgh, con la intención de darle profundidad al lineup y al bullpen, a cambio de jugadores de triple A.
De la lista de jugadores libres (waivers) recogieron a Sydney Ponson (3-4/5.64) para aportar un brazo veterano a la rotación y tampoco ha sido solución.
Discussion about this post