Recibe Pausini calurosa bienvenida

Monterrey, N.L. / Octubre 13.-
Aquella jovencita italiana que empezaba su carrera a principios de los noventas dejó más que una grata impresión en su primer visita a esta ciudad, pues ahora a 12 años de distancia, sus fanáticos la esperaban para recibirla con los brazos abiertos y gargantas afinadas.

Laura Pausini se presentó anoche en la Arena Monterrey ante ocho mil de sus seguidores quienes en ningún momento dejaron de corear sus canciones y mover los brazos al ritmo de su música que ha sido inspiración para muchas parejas de enamorados.

Media hora después de lo programado, apareció Laura con un entallado vestido azul que marcaba su figura voluptuosa e inauguró la velada con “Alzando nuestros brazos”, con la que logró una sintonía que se mantuvo por las casi dos horas que duró el espectáculo.

Entre canción y canción, la cantautora interactuaba con “la raza” como ella misma se dirigió a la multitud de manera cariñosa, y como si los años no hubieran pasado, recordó cuando realizó su primer concierto masivo en el Auditorio Coca Cola, donde tuvo que lidiar con unos mosquitos que la rondaban mientras cantaba.

“En ese lugar abierto recuerdo que muchos mosquitos llegaron a mi boca, pero también recuerdo la respuesta del público, es algo que no se olvida” manifestó la Pausini con su marcado acento italiano.
En el repertorio incluyó temas nuevos y los éxitos que la llevaron a alcanzar la fama internacionalmente, pero destacaron “Víveme”, “Amores Extraños”, “Las Cosas que Vives”, “Mi perspectiva “, “Inolvidable” “En cambio no”, entre las más populares.

Los “valores agregados” del concierto fueron una versión de Cielito Lindo al muy particular estilo de la ganadora del Festival de San Remo; un homenaje al desaparecido Michael Jackson con el tema “Heal the World” y un video especial que exhorta a cuidar el planeta de la contaminación ambiental.

El “gran finale” de este reencuentro con el público norestense no pudo ser mejor, ya que la cantante y su numeroso coro entonaron “Marco se ha marchado para no volver…”