Río de Janeiro, Brasil.-
Las escuelas de samba de Río de Janeiro amenazaron con no desfilar en la próxima edición del famoso Carnaval carioca si se cumple un anuncio de las autoridades de recortarles el 50 por ciento del presupuesto que tienen asignado.
“De prevalecer la decisión del señor alcalde Marcelo Crivella, quedarán inviabilizadas las presentaciones de las escuelas de samba en el Carnaval de 2018”, señaló la Liga Indepediente de las Escuelas de Samba de Río de Janeiro (LIESA) en un comunicado colgado el jueves en su página de Facebook.
La gestión de Crivella planea recortar a la mitad los fondos destinados a las escuelas para asignarlos a los jardines de infancia municipales, según publicó la estatal Agencia Brasil.
Crivella, pastor de una iglesia evangélica, es conocido por su aversión al Carnaval, la fiesta brasileña más famosa en todo el mundo. El alcalde, que asumió el cargo en enero, evitó en febrero inaugurar la última edición del Carnaval, como es tradición en la ciudad.
Crivella es conocido por sus posiciones religiosas ultraconservadoras y por haber insultado en varias ocasiones a los homosexuales.
En la tradición pagana vinculada al cristianismo, el Carnaval simboliza un momento de descontrol y lujuria previo al Miércoles de Ceniza.
El Carnaval de Río es considerado como el más grande del mundo. Cientos de grupos callejeros, los llamados “blocos”, toman la ciudad durante los días de la fiesta para celebrar a ritmo de samba, el toque distintivo de las festividades cariocas.
El momento cumbre es la competencia de las mejores escuelas en el célebre Sambódromo. Más de un millón de personas acude cada año a las tribunas de la pasarela de 700 metros de extensión ubicada en el centro de la ciudad.
Según los organizadores, 1,1 millones de turistas visitaron la metrópoli brasileña durante el último Carnaval.