Cd. de México.-
“Una experiencia exótica en la que viví desde el dolor, hasta la desesperación, angustia, hambre, frío, de todo me tocó pasar, pero a pesar de ello, me la pasé bien”, señaló la cantante Toñita de su experiencia en el reality de Azteca “Survivor”.
Al principio este programa se escuchaba prometedor para la exacadémica, pues podría aplicar los conocimientos para subsistir en la naturaleza que adquirió en sus inicios, siendo una persona que creció en el campo, monte y playa.
Sin embargo, de un momento a otro esta emoción inesperadamente fue interrumpida por un “accidente” que la ha dejado inmóvil por mucho tiempo y que le generó un encontronazo con Lizbeth Rodríguez a quien culpa de este hecho.
“Me jaló la pierna hacia atrás y tronó, fue como para matar casi casi, me sentí como en ‘Karate kid’, tuve un desgarre, se desprendió el ligamento. Pero no le guardo rencor, cada quien da lo que tiene, la actitud de Lizbeth fue muy grotesca, me dijo que yo estaba fingiendo, que puro show, pero la verdad el show es el dolor, no poder caminar”.
Antonia Salazar Zamora, su nombre completo, afirmó en entrevista con EL UNIVERSAL que si alguna persona se llegaba a lastimar en las grabaciones, se pedían disculpas, pero cuando ella fue llevada en camilla, la youtuber jamás se le acercó a pedirle perdón.
“Una persona que lo hizo accidentalmente pide disculpas automáticamente. Primero pasé por un dolor muy horrible, que no había sentido, después pasé por el enojo, sí le menté varias veces, obvio no lo pasaron, pero sí transmitieron algún grito”.
Le atribuye a su buena genética que no necesitara operación y que es una persona que se cuida, hace ejercicio, sin embargo, el dolor lo siente en todo su cuerpo.
“Ando adolorida para ir al baño es un calvario porque justo donde te sientas está el dolor al principio, imagínate, no caminar cuatro días, después intenté caminar con muletas y se me fue la pierna, o sea, no, una cosa horrible, yo soy de las personas que creen que el karma va a llegar tarde o temprano, enojarte te envenena el alma”.
En estos momentos la vocalista veracruzana toma medicamentos para la tiroides cada 24 horas, pero aún así siente dolor.
“No me dio miedo de morir, pero sí coraje porque pude seguir más semanas y me las truncaron por gusto o hacerme daño”.
Un propósito por el que aceptó estar en este show fue para cumplirle a su hija y para que “vieran que las personas con ansiedad y depresión somos efectivos, podemos hacer muchas cosas, que pudiera estirar a más niños que están sumidos en depresión, ansiedad”.
“Soy una persona que canta, baila, conduce y desgraciadamente, pues ella nada más se dedica una cosa a vender contenido explícito, no actúa, no canta, no baila, dijera Niurka, no es vedette”.
República Dominicana es el destino en donde se graba esta supervivencia, lugar donde se complica los servicios médicos.
“No es como en México que te lastimas y te hacen una resonancia rápida y ya sales, sabiendo qué tienes, no, allá tuvieron que esperar cuatro días para saber qué tenía”.
Un mes es lo que le falta de recuperación, tiempo en el que no puede hacer ejercicio, ni andar con tacones y casi no puede moverse.
“Estoy funcionando a un 40 o 50 por ciento, esto me acarrea problemas porque tengo muchas actividades qué hacer aquí. Traigo dolor constante todo el día y la noche, pues eso no es bonito”.