El peligroso huracán Ike acechaba a este archipiélago el sábado como una tormenta categoría 4, provocando que miles de personas evacuaran la zona y que otras se protegieran lo mejor posible.
A medida que la negra muralla de nubes se acercaba desde el este, la gente llegaba al principal supermercado en Providenciales ante la expectativa de que se interrumpa el suministro eléctrico y que haya escasez de alimentos.
Las tiendas y los propietarios de casas protegían sus ventanas con chapa de madera. Los botes fueron extraídos del mar o asegurados con múltiples anclas.
“Estoy muy, muy nervioso”, dijo John Moore, capitán de un buque pesquero, mientras aseguraba su navío de 18 metros (61 pies) de eslora. “Parece como que podría pasar exactamente por encima de nosotros, lo cual no es un panorama muy bueno”.
El centro de Ike estaba a unos 145 kilómetros (90 millas) al este de la isla Gran Turco el sábado por la tarde y avanzaba en dirección oeste-suroeste a unos 24 kph (15 mph). El Centro Nacional de Huracanes en Miami dijo que tenía vientos máximos sostenidos de casi 217 kilómetros por hora (135 mph), correspondientes a la categoría 4.
Ike había bajado momentáneamente a la categoría 2, pero volvió a fortalecerse y amenazaba en las próximas horas a las Bahamas y República Dominicana. Posteriormente seguiría su ruta rumbo a Cuba y el sur de la Florida.
En Santo Domingo, las autoridades pronosticaron que al menos seis de las 32 provincias sufrirán con mayor intensidad los embates de Ike, mientras el colapso de una compuerta en uno de los embalses de agua amenaza con generar inundaciones en una provincia del suroeste. Posteriormente aumentaron la alerta roja a 16 de las 32 provincias y 2.042 personas fueron evacuadas.
Las Turcos y Caicos y el sur de las Bahamas podrían ser las primeras en recibir el golpe de Ike. Por ese motivo mucha gente decidió abandonarlas, aunque algunos tomaron la decisión demasiado tarde.
Las autoridades planeaban cerrar el aeropuerto al mediodía, e incluso con vuelos adicionales, muchos no lograban encontrar plazas libres.
“Los vuelos parecen ser algo imposible ahora”, lamentó Patrick Munroe fuera de la terminal en Providenciales. Munroe planeaba volver a las Bahamas, donde vive con su mujer y su hijo, antes de que llegara la tormenta. “Miro la previsión del tiempo y esto parece algo muy, muy serio y creo que va a resultar devastador”.
“No recuerdo haber visto un éxodo como este”, comentó Tracy Paradis, una residente de Providenciales que se dirigía a Seattle con sus gemelos de 19 meses para evitar la tormenta.
El huracán Hanna azotó la cadena de islas esta semana durante cuatro días.
La precipitación causó inundaciones, derribos de árboles y postes de electricidad y daños en una importante vía de acceso entre Caicos del Norte y Caicos Mediano. El mandatario Michael Misick visitó las zonas más afectadas por la tormenta, pidió ayuda federal y aconsejó a los ciudadanos escuchar los partes meteorólogicos.
Un poco más lejos, en lo que podría ser la ruta de Ike, se encuentran la playa de Varadero y la ciudad de La Habana, con 2,3 millones de habitantes.
La Oficina Nacional de Meteorología dominicana indicó que las provincias que tendrán condiciones de tormenta tropical, posiblemente la madrugada del domingo, son Hato Mayor, al este, Samaná, María Trinidad Sánchez, Espaillat, Puerto Plata y Montecristi, al norte.
El Centro de Operaciones de Emergencia empezó el sábado la reubicación de decenas de familias en la provincia Baoruco, 225 kilómetros al suroeste, que pueden ser afectadas por las inundaciones tras el desague de las presas Sabaneta y Sabana Yegua.
Las corrientes del río Yaque del Sur hicieron colapsar la compuerta de una represa de agua en Baoruco que recibió un aumento de caudal como consecuencia del desague que se realiza más arriba en los embalses Sabaneta y Sabana Yegua.
Tras la rotura de la compuerta, las aguas inundaron parte del tramo carretero Barahona-Neyba interrumpiendo el tránsito y cultivos de bananos y otros productos agrícolas fueron anegados.
“Muchas personas se niegan a salir de sus casas y estamos tomando medidas para persuadirlos de que atiendan las advertencias de las autoridades”, dijo el director de la Defensa Civil, Luis Luna Paulino.
En la región suroeste se habilitaron 20 refugios disponibles.
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