Roma, Italia / Septiembre 12.-
Fuerzas leales a Muamar Gadafi atacaron hoy una refinería de crudo en la ciudad portuaria de Ras Lanuf, este de Libia, causando la muerte de 15 guardias y heridas a dos, en el primer golpe perpetrado por hombres del coronel desde la caída de Trípoli.
Los atacantes dañaron la entrada principal de la refinería, ubicada a 20 kilómetros de la ciudad de Ras Lanuf, pero no la planta misma, que no estaba en operaciones completamente en ese momento, según testigos, citados por la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
Precisaron que una columna de vehículos procedente del desierto apareció por el sur de un puesto de control ante el complejo petrolero de Ras Lanuf y atacaron a los milicianos que lo custodiaban.
En el momento del ataque, había unos 60 trabajadores de la refinería, según uno de los dos sobrevivientes heridos en el hospital, donde fueron llevados también los muertos.
Los rebeldes libios repelieron el ataque y cercaron a los atacantes en la zona industrial de Ras Lanuf cuando estos últimos trataban de huir, agregó Al Yazira.
El ataque ocurrió dos días después de que el Consejo Nacional de Transición (CNT) anunció que reanudará parte de la producción petrolera, que había estado detenida desde que las protestas contra Gaddafi se convirtieron en una guerra civil en marzo pasado.
Las autoridades rebeldes libias consideran que en dos o tres semanas la producción de crudo del país se reanudará, pese a que en la mayor refinería, la de Ras Lanuf, no se podrá retomar la actividad hasta dentro de un par de meses por los daños causados durante el conflicto.
El complejo petroquímico de Ras Lanuf tiene una capacidad de producción de crudo de 220 mil barriles al día.
Los rebeldes libios, que tomaron Trípoli el pasado 23 de agosto, reportaron que están encontrando una resistencia feroz en el cuarto día de enfrentamientos por la ciudad de Bani Walid, en manos de Gadafi, a 150 kilómetros al sureste de la capital libia.
El CNT, que prometió la víspera formar un nuevo gobierno interino más inclusivo en siete a 10 días, aseguró que no declarará a Libia “liberada” hasta que haya tomado el control de las ciudades aún en manos de seguidores de Gadafi.
Mientras la presión aumenta sobre los últimos bastiones de Gadafi, algunos de sus máximos funcionarios y miembros de su familia han huido al exterior, incluido su hijo Saadi, quien llegó a la vecina Níger el domingo después de cruzar la frontera del desierto de Sahara.
Níger, igual que Argelia que el mes pasado recibió a la mujer y tres de los hijos de Gadafi, citó razones humanitarias para aceptar a fugitivos del ex régimen libio, pero prometió respetar sus compromisos con la Corte Penal Internacional (CPI).
La CPI busca juzgar a Gadafi, a su hijo Saif al-Islam y a su jefe de inteligencia Abdullah al-Senussi por supuestos crímenes de lesa humanidad.
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