Ginebra, Suiza.-
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) confirmó hoy el uso de bombas de racimo contra niños sirios, lo que les ha causado la muerte o los ha dejado mutilados, tras las denuncias que hizo la organización Human Rights Watch (HRW).
“Es más que preocupante, es indignante e inaceptable ver que los derechos de los niños son violados de esa manera”, señaló en un comunicado el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake.
“Cuanto más tiempo pasa, más duradero será el daño a los niños, a su futuro y por lo tanto el futuro de la propia Siria”, advirtió.
El investigador de la división de armas de HRW, Mark Hiznay, dijo por su parte a periodistas en Ginebra que “sin duda” el gobierno de Siria fue el responsable de ataques con bombas de racimo que provocaron la muerte de 11 niños que jugaban en un parque en las afueras de Damasco.
Los residentes de Deir al Asafir, la zona en que tuvo lugar el “bombardeo insdiscriminado”, declararon que “no había combatientes dentro de la ciudad cuando se produjo el ataque.
Hiznay explicó que los proyectiles que contenían municiones en racimo fueron lanzados por la aviación gubernamental, ya que es imposible que la oposición cuente con armamento tan sofisticado y aviones como de los que se han lanzado esas armas.
Asimismo, la reciente destrucción de una fábrica de aceite de oliva, según el experto, también fue ocasionada por bombas de racimo, usadas por el gobierno liderado por el presidente sirio Bashar al Assad.
El uso de municiones en racimo, conocidas como “bombas de racimo”, está prohibido.
Esos artefactos lanzan cientos de mini-municiones a varios metros a la redonda que explotan en el aire para acabar con el mayor número posible de personas.
Además, las mini-municiones que no estallan en el aire pueden hacerlo en tierra, causando mutilaciones o la muerte, incluso años después de que el conflicto armado ha llegado a su fin.
Discussion about this post