El huracán Ike continúa hoy su marcha en el Golfo de México rumbo a las costas de Texas, Estados Unidos, ante lo que meteorólogos ampliaron sus alertas de tormenta desde la
frontera sur de Texas hasta la frontera de Mississippi y Alabama.
El poderoso ciclón, que a su paso afectó Haití y Cuba, está en el centro del Golfo y es categoría dos en la escala Saffir-Simpson de cinco, con vientos de 160 kilómetros por hora, y existe el riesgo de que llegue a categoría cuatro antes de entrar a tierra.
Ike se desplaza al oeste-noroeste a 16 kilómetro por hora, trayectoria con la cual se pronostica que el ojo del huracán entre a tierra en algún punto entre Corpus Christi y Houston, Texas, durante el sábado.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) con sede en Miami, Florida, informó que a las 12:00 GMT Ike se encuentra 435 kilómetros al sur-sureste de la desembocadura del río Mississippi, 920 kilómetros al este de Brownsville, Texas.
Miles de personas en comunidades texanas como Corpus Christi, Port Lavaca y Feeport, suspendieron sus labores para acudir a las tiendas y abastecerse de víveres, así como de elementos necesarios para proteger sus propiedades.
Otras más se alistaron para un posible desalojo, mientras que en el interior, en ciudades como San Antonio, Austin y Dallas, decenas de voluntarios alistaban albergues en centros de convenciones y auditorios, para recibirlos.
La Oficina del gobernador Rick Perry estimó que se necesitará desalojar hasta un millón de personas en caso de confirmarse los pronósticos actuales.
Cuatro condados del sur y oriente de Houston anunciaron desalojos obligatorios y voluntarios.
Las importantes refinerías existentes en Texas seguían de cerca la evolución de Ike ante el temor de que cause daños en el centro de sus operaciones.
Hasta el momento Ike ha dejado miseria y destrucción en Cuba y Haití, en donde murieron cuatro y casi un centenar de personas, en forma respectiva.
