Ciudad de México.-
El narcotraficante más famoso de México, Joaquín “El Chapo” Guzmán, reveló en las condiciones que vive su cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
“He sufrido mucho”, “El trato que recibo es cruel e injusto”, “Me sirven poca comida y a menudo me quedo con hambre”, expresó el excapo en una carta según la cadena de Univision. Asimismo, Joaquín Guzmán Loera dijo que hay “revisiones constantes dentro de su celda, cámaras de vigilancia hasta en el sitio donde conversa con sus defensores legales y un análisis minucioso de las cartas que ha escrito, son algunas de las medidas que toma el gobierno para evitar que se escape”.
“Soy un mexicano de 64 años y fui extraditado de México a Estados Unidos en enero de 2017”, comienza el documento de siete páginas, escrito en inglés y que el capo firmó remarcando “Joaquín Guzmán L.”. Por ello, aseguró que “debido al trato en ADMAX ahora yo padezco dolores de cabeza, pérdida de la memoria, calambres musculares, estrés y depresión”, aseguró ‘El Chapo’. De igual manera aseveró en el documento que “el trato que recibo es cruel e injusto, y me está causando que sufra problemas psicológicos y de salud. Yo rezo para que esta corte intervenga”.
En su declaración jurada, Guzmán alega que ni siquiera le hacen caso cuando pide atención médica. Él narra un incidente sucedido en julio de 2021, cuando estaba tosiendo “incontroladamente” y tenía el pecho congestionado, pero “nunca recibí tratamiento médico”. “He sufrido mucho estando en confinamiento solitario. Mi presión arterial se ha elevado, llevando a dolores de cabeza y ansiedad. A veces olvido cosas”, aseguró el traficante.
Por otra parte lamentó que “me sirven poca comida y a menudo me quedo con hambre” y aseguró tener un trastorno de sueño porque lo despierta después de la medianoche el aire “extremadamente caliente” que sale por la ventilación durante quince minutos entre cuatro y cinco veces. Esto causa que mi corazón comience a latir rápidamente, elevando mi presión arterial”.
Finalmente dijo que “aunque yo no comparto una celda y estoy dentro de mi celda 24 horas al día, funcionarios de la prisión entran a mi celda varias veces por semana para hacer registros de rutina, cuando ellos mueven y tocan todas mis pertenencias”. De acuerdo con el medio de noticias, el Departamento de Justicia (DOJ) no ha respondido a la querella, ya que el juez Michael Hegarty aprobó el pasado 12 de mayo una moción para que lo haga hasta el 15 de junio y programó una audiencia para el 7 de julio.