París, Francia.-
Las autoridades francesas han dispuesto medidas rígidas para los medios de comunicación y reforzado la presencia policial en la ciudad de Montpellier, donde mañana miércoles tendrá lugar el primer matrimonio homosexual en Francia.
La celebración del primer matrimonio entre personas del mismo sexo tendrá lugar en la sede del Ayuntamiento en Montpellier por razones de seguridad, después de las masivas protestas registradas el pasado domingo contra las bodas gay, que derivaron en violencia.
El municipio pretende evitar todo tipo de desbordamientos cuando Vincent Autin y Bruno Boileau, quienes llevan una relación desde hace siete años, sean unidos oficialmente en matrimonio, de acuerdo con reportes del diario Le Figaro.
Reporteros de cientos de medios de comunicación franceses y extranjeros se preparan para cubrir el inédito evento, pero han tenido que pasar por un proceso de acreditación, incluso para las transmisiones de audio y vídeo.
Además, las autoridades son inflexibles acerca de las instrucciones para los periodistas, quienes -previa autorización- deberán llegar al Ayuntamiento entre las 08:00 y las 12:00 horas locales (06:00 y 10:00 GMT), hora en que el acceso quedará cerrado definitivamente.
Entre el mediodía y las 17:00 horas locales (15:00 GMT) los periodistas quedarán enclaustrados por cuestiones de seguridad, explicó un funcionario a cargo de la organización del evento, “nadie podrá entrar o salir”, puntualizó.
Las puertas sólo se abrirán para permitir el ingreso de los invitados, en los 30 minutos previos al comienzo de la ceremonia y volverán a abrirse una vez que termine el acto oficial, indicó.
En principio, el servicio de comunicaciones del Ayuntamiento planeó transmitir en vivo la ceremonia en pantallas gigantes colocadas en la plaza central, pero descartó la posibilidad para evitar alterar el ánimo de los detractores de la nueva ley.
Hasta un centenar de policías proporcionarán seguridad en torno al Ayuntamiento y un escuadrón de 80 agentes antidisturbios estarán listos a movilizarse en caso de que se requieran refuerzos, señaló el jefe del gabinete del prefecto, Frederic Loiseau.
“No queremos poner medidas coercitivas. Sólo queremos que el evento se desarrolle en condiciones normales, sin expresiones de hostilidad”, dijo Loiseau y aclaró sin embargo que “no hay ninguna amenaza específica”.
El ministro del Interior, Manuel Valls, advirtió a aquellas personas que se oponen al matrimonio gay que “no se tolerará ninguna injerencia” en la ceremonia de mañana miércoles.
El pasado domingo, 350 personas fueron arrestadas después de que masivas protestas contra la ley que permite la unión homosexual, terminaron en violentos choques con la policía.
“Es intolerable que la gente ataque a aquellos que celebran un acto importante en sus vidas. Alterar el orden público no será tolerado”, sentenció Valls.
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