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Ciudad de México.-
En el juicio contra el expresidente estadounidense, Donald Trump, por los pagos a una exactriz de cine para adultos, una exmodelo y un portero, para ocultar sus affaires, han salido a relucir detalles escandalosos, incluyendo el supuesto interés de un “poderoso grupo mexicano” por una de las historias.
Este jueves no ha sido la excepción. David Pecker, exdirector del National Enquirer, no tuvo empacho en decir que compró la historia del affaire de la exmodelo de Playboy, Karen McDougal, para evitar que saliera a la luz su relación con el magnate, casado.
Pecker relató que en el verano del 2015 se reunió con Trump y el abogado Michael Cohen para forjar un acuerdo para ayudar al entonces candidato presidencial suprimiendo noticias negativas, como los relatos de Karen McDougal y Stormy Daniels de que tuvieron relaciones con Trump.
“No quedó nada por escrito”, testificó Pecker sobre sus promesas a Trump. “Era solo como un acuerdo entre amigos”.
En el caso de McDougal, Pecker dijo que él, Michael Cohen y Dylan Howard, entonces editor en jefe del National Enquirer, discutieron la compra de la historia de McDougal y hablaron de otras ofertas potenciales que ella aseguraba estar recibiendo.
Una era de la cadena noticiosa ABC. “Le estaban ofreciendo un espacio en Dancing with the Stars”, contó Pecker. La otra era de un “grupo mexicano” que supuestamente ofrecía una gran suma (más de un millón) por la historia.
Sin embargo, Pecker dice que no creía que ese grupo mexicano existiera. Finalmente, Pecker pagó 150 mil dólares para comprar la historia, y enterrarla, para evitar que dañara a Trump, en su campaña por la presidencia en 2016.
“Compramos la historia para que no la publicara ningún otro medio”, reconoció Pecker a la fiscalía. “No queríamos que perjudicase a Trump o dañase su campaña”.
Luego estallaría el escándalo por otro supuesto affaire de Trump, con la exactriz de cine para adultos Stormy Daniels. Sin embargo, en este caso, Pecker dijo que se negó a involucrarse, por lo que finalmente fue Cohen, el abogado de Trump, quien pagó para silenciar a la actriz.
La fiscalía alega que dicho acuerdo era parte de un plan más amplio del entonces aspirante republicano en los comicios de 2016, que ganó sorpresivamente frente a la demócrata Hillary Clinton, y que disfrazó los pagos, en un caso que podría terminar con Trump en prisión.