La Habana, Cuba / Nov. 9
El huracán Paloma tocó tierra este sábado en la isla cubana con categoría cuatro y tenía paralizado el país. Su llegada estaba prevista para la madrugada de este domingo y estaban en vilo miles de habitantes de las provincias que aún no se recuperan de los destrozos de los meteoros Gustav e Ike. Son zonas que han pasado en cuestión de 48 horas de la fase de recuperación a la de otra alerta ciclónica.
La llegada del tercer huracán con categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de cinco) que azota la isla en los últimos tres meses, ha provocado la evacuación de por lo menos una 100 mil personas de las provincias orientales del país y grandes colas para comprar víveres. Según el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, Paloma ganó intensidad este sábado y sus vientos máximos sostenidos se incrementaron hasta 215 kilómetros por hora. El huracán es uno de los más poderosos que se han visto en la región en noviembre desde 1999.
“No sé que hemos hecho. Van tres y quién sabe cuántos huracanes más nos afectarán”, dijo Caridad, una mujer de unos 60 años que compra víveres en una de las tiendas que se encuentran en Miramar.
El Estado Mayor de la Defensa Civil activó este sábado la alarma ciclónica en siete provincias: Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Ciego de Ávila, y mantiene información permanente en las otras siete del centro y occidente del país.
La evacuación se inició desde el viernes en la provincia de Holguín. Unos 40 mil estudiantes de centros internos y la llamada escuela al campo fueron trasladados a zonas seguras. En Camagüey destaca la protección de unas 71 mil personas. En la provincia de Las Tunas fueron evacuados cerca de 18 mil estudiantes y personas de centros internos y personas que disfrutaban el campismo.
Igualmente, se descargaron barcos con unas 10 mil toneladas de alimentos que se encontraban en el puerto Guillermón Moncada; en Ciego de Ávila se trasladaban miles de cabezas de ganado a lugares seguros, se aseguraban molinos de viento y máquinas de riego. En el polo turístico de Jardines del Rey fueron evacuados más de 3 mil 500 turistas, y los 240 campistas que descansaban en Cayo Coco, al norte de Ciego de Ávila, fueron transportados a sus casas.