Washington, E.U. / Diciembre 31.-
La economía estadunidense se enfila en 2011 a un periodo crítico en su proceso de recuperación que apunta a consolidar los logros de este año y cuyo desenlace continuará supeditado en gran medida a los esfuerzos oficiales.
Esos esfuerzos, traducidos en acciones como el reciente paquete de alivio fiscal, han amortiguado el impacto de la crisis posibilitando que en los primeros nueve meses del año la economía haya mantenido una expansión firme, aunque con marcados altibajos.
El más reciente indicador en este sentido fue el crecimiento económico experimentado durante el tercer trimestre de 2010, que del 2.0 por ciento inicialmente reportado, se ubicó finalmente en 2.6 por ciento.
Esta revisión, sumada a una mejora en indicadores como el consumo interno y las exportaciones, han llevado a algunos expertos a anticipar que en 2011 se consolidarán los avances logrados este año.
“Creo que el próximo año va a ser mejor en relación a este año”, sostuvo el ex subsecretario de Comercio, Robert Shapiro, quien fue asesor económico en la primera campaña política del ex presidente William Clinton.
En su más reciente reporte sobre proyecciones mundiales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipó que la economía estadunidense crecerá este año a un ritmo de 2.7 por ciento.
Shapiro citó dos factores como bases de su evaluación. “El más significativo es lo que parece ser un pequeño impulso para los negocios, que tienen ahora más confianza de que la demanda va a aumentar, y así lo parece sugerir la información más reciente”, acotó.
Indicó que el aumento de la demanda se verá favorecido además por el paquete de estímulo fiscal -al que consideró el segundo factor en esta ecuación-, y el cual, dijo, actuará más como un agente amortiguador.
El paquete extenderá por dos años los recortes impositivos en todos los niveles de ingresos, incluyendo aquellos superiores a los 250 mil dólares.
De igual modo, extenderá por 13 meses el seguro de desempleo de largo plazo y aplicará por un año una nueva reducción en los impuestos sobre el seguro social que beneficiaría a todos los asalariados.
El ex director de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Isacc Cohen, coincidió con Shapiro sobre el efecto que este acuerdo tendrá para la marcha de la economía en el corto plazo.
“Creo que el hecho de que (el presidente Barack Obama y los republicanos) se hayan puesto de acuerdo tendrá una favorable repercusión sobre la economía en los próximos dos años”, apuntó.
No obstante, Cohen reconoció que la marcha económica enfrenta aún una difícil cuesta arriba, en particular por la tasa de desempleo de 9.8 por ciento, y que según las propias proyecciones del gobierno se mantendrá en niveles altos en el corto plazo.
“Los pronósticos no son muy alentadores, pero mi perspectiva es moderadamente optimista porque veo que se están tomando medidas”, manifestó.
Cohen aludió en este sentido a la intención de la Reserva Federal (Fed) de continuar inyectando recursos a la economía mediante la compra de bonos de deuda en una operación por 600 mil millones de dólares.
Sin embargo, admitió que nadie puede apostar que esta inyección de recursos vaya a tener un impacto inmediato en el desempleo, quizá la más apremiante asignatura interna para la administración Obama.
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, reconoció además semanas atrás que dada la debilidad de la economía, el riesgo de la deflación –una caída generalizada en el nivel de precios-, “es mayor al deseado”.
Señaló que el progreso de la recuperación ha sido y es desigual, mientras que el proceso para reparar los balances continúa afectado por el elevado desempleo, los bajos precios en el sector inmobiliario y las limitaciones para refinanciar las hipotecas.
En opinión de Shapiro, atacar el frente de la vivienda determinará en gran medida el impacto que tendrán el resto de las acciones del gobierno.
“Probablemente para el 60 por ciento de la gente, su casa es su único bien, y el valor de las casas ha caído 30 por ciento, de manera que lo mejor que podemos hacer en este frente es reducir los embargos”, añadió.
Cohen dijo que además de los factores internos, los prospectos de la economía estarán supeditados también a eventos externos, particularmente ante los temores de que España se sume a la lista de países en problemas para pagar sus obligaciones de deuda.
“Europa sigue siendo un socio muy importante para Estados Unidos y la reactivación europea es importante para apuntalar la reactivación acá y lo que pase allá nos afectara aquí. ¿En que medida? Habrá que esperar a ver como se dan los hechos”, aseveró.
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