‘Voy a pedir al Papa paz en Monterrey’

Roma, Italia / Abril 30.-
Marcos T. Fernández es joven, guapo y nunca ha tenido novia. Es seminarista. A los 16 años vio por televisión la imagen de Juan Pablo II intentando hablar desde el balcón de su habitación en la basílica de San Pedro en el Vaticano meses antes de morir y decidió hacerse sacerdote.
“Aquella imagen de Karol Wojtyla golpeando la ventana sin poder hablar debido a su traqueotomía, me impactó”, relata en entrevista.
“Y en ese momento decidí que yo quería tener una vida como él”. Pasados unos días, el joven pensó que con el tiempo a lo mejor se le pasaba la vocación, “pero no sólo no se me pasaba sino que cuando pensaba en él me sentía muy feliz y me daba cuenta de que era lo que realmente quería”, asegura.
Hace seis años, cuando Fernández se enteró de la muerte del Papa, le prometió que si algún día lo beatificaban él iría a la ceremonia. Y así lo ha hecho. Pero antes ha empezado la carrera de Teología. A sus 21 años tiene muy clara su vocación. “A Juan Pablo II la gente iba a verle. A Benedicto XVI la gente va a escucharle.
El empresario mexicano José Moisés Rodríguez también está en Roma. Es de Guadalajara y viajó con su amigo Felipe Ortiz. En 1979 ambos fueron testigos del primer viaje de Juan Pablo II a nuestro país y a los dos todavía se les pone la piel chinita cuando recuerdan el momento de verle pasar en una peregrinación a la basílica de Zapopan. “Yo destacaría de él la bondad que proyectaba, su preocupación por los pobres, por los desamparados, su lucha por lograr la unificación de la iglesia”, relata Rodríguez.
“Irradiaba paz, amor y alegría. Te jalaba, te sentías muy a gusto al verle”, explica Ortiz.
Telma Kidonakis ha viajado con sus padres desde Monterrey, donde reside. Casada con un griego y madre de tres hijos se siente muy feliz de estar en Roma para asistir a la beatificación. Recuerda que Juan Pablo II visitó su ciudad en uno de sus viajes a México y reconoce que va a pedirle “que interceda para lograr que la paz llegue a Monterrey, donde las cosas no están muy bien”, dice emocionada.