México, D.F. / Agosto 24.-
Magali Tercero no se propuso ir a Sinaloa para conocer la tierra de su madre, ni adentrarse en esa tierra donde su abuelo materno fue asesinado a traición; sin embargo, la vena periodística la llevó a esa región del país que es considerada la cuna del tráfico de drogas y que ella logró recrear en su libro de crónicas “Cuando llegaron los bárbaros… Vida cotidiana y narcotráfico”.
La indagatoria del asesinato de su abuelo, Alfonso Leyzaola, quien era el jefe de la Policía Judicial del estado “es una historia que estuvo siempre, de manera tangencial, ayudándome a tejer todo este libro”, señala la cronista y periodista cultural.
Y lo teje de tal modo, que esa historia personal ocurrida en los años 40 sirve de marco histórico para la crónica actual de una sociedad que ha visto cómo la violencia y el narco se mete a su casa, se instala en el comedor a la hora del desayuno, la comida y la cena.
Magali se esmera siempre en mostrar la cotidianidad de una persona o un grupo; lo que hace en este libro publicado por “Temas de hoy” es dar cuenta de cómo la violencia ha tocado la vida de los sinaloenses, cómo se han tenido que acostumbrar a esa violencia producto del narco, al mismo tiempo que siguen con su vida de sinaloenses que aman las puestas de sol y la música de banda.
“Es ver el narcotráfico en la vida cotidiana, desde que estás desayunando y abres el periódico y hay un colgado en el puente negro, desde que te han tocado tres asaltos y te robaron la camioneta porque cuando se quedan sin trabajo los narquitos de la sierra, bajan a robar y a secuestrar”, comenta Tercero.
Dar voz a los sin voz
El interés de la cronista en cada tema que aborda es siempre el mismo: dar voz a los que no tienen voz. “Me interesa mostrar la vida cotidiana, sea de las prostitutas del Bar Bar en la calle de Londres o la de las mujeres de la Casa de Tepepan o de los luchadores de lucha libre y su público o de los que se ganan la lotería o no pero que su cotidianidad tiene que ver con comprar su billete de lotería cada semana. Soy una cronista de la vida social”.
Magali Tercero entró a los lugares menos apropiados para una mujer, visitó el panteón de Badiraguato donde atestiguo y de donde recrea la opulencia hasta después de la muerte; platicó con escritores, investigadores y académicos como Nery Córdoba, quien ha registrado dos mil poblados totalmente abandonados entre 1977 y 1980; también están algunos de los que han perdido a un ser querido, pero sobre todo está la gente de a pie, los sinaloenses que siguen su vida cotidiana a pesar del narco.
Comienza con el reportaje “Culiacán equivocado”, “que me pidió Ricardo Cayuela en diciembre de 2009 para letras libres”.
“Cuando llegaron los bárbaros… Vida cotidiana y narcotráfico”, tuvo su origen en el reportaje “Culiacán equivocado” publicado en la revista Letras libres y que obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez. Tras ese reportaje Magali regresó a Sinaloa para recuperar otras historias en las que no falta el Badiraguato bucólico que le dice a la gente “¡por favor no más prejuicios!, sí Badiraguato es la cuna del narcotráfico, pero va más allá”.
Durante tres años, la escritora viajó por Sinaloa y recuperó historias cotidianas en el libro citado.
Complementan el libro otros textos: “Culiacán es un panteón (2009)”, “Mochis: al muerto hazlo bonito”, “Navolato de los Carrillo” y el epílogo “El periodista que desvió su caminó”.
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