Culiacán, Sinaloa / Noviembre 25.-
La Procuraduría de Justicia de Sinaloa anunció que siete de los 16 cadáveres calcinados, encontrados dentro de dos vehículos incendiados en el desarrollo urbano de Tres Ríos y en la colonia Rosales, en Culiacán, fueron identificados; tres eran policías del municipio de Angostura y cuatro, civiles. Todos habían sido raptados por hombres armados dos días antes.
El procurador de Justicia del estado, Marco Antonio Higuera, informó que en una camioneta Ford Ranger de doble cabina, matrícula UB-08505, había cuatro cuerpos carbonizados —incluido un decapitado—, de los cuales se identificaron dos que ya fueron entregados a sus familiares para su sepultura.
Se trata de Juan Carlos Moscorro Inzunza y Víctor Rosario Bojórquez Hernández, agentes de la Policía Municipal de Angostura, aledaña al noroeste de Culiacán, secuestrados junto con el comandante Santos Cárdenas Hernández por hombres armados en la sindicatura de Palmitas, dos días antes, según reportes.
Otros cinco cuerpos, de los 12 encontrados en la caja de una camioneta Nissan, de redilas, matrícula UA 05257 incendiada en la colonia Rosales, fueron identificados.
En este caso eran el comandante de la Policía de Angostura, Santos Cárdenas Hernández, y los civiles, Martín y Guadalupe Gómez Almazán, Pedro Medina Aguilar y Pedro Núñez Lizárraga, quienes, junto con otras dos personas, también habían sido secuestradas días antes por hombres armados.
El procurador declinó hacer más comentarios respecto al hallazgo de los 16 cuerpos calcinados el miércoles pasado, aunque añadió que los peritos y forenses buscan establecer la identidad de los nueve cadáveres restantes con base en archivos de los reportes de personas desaparecidas o secuestradas.
Según informes oficiales y los peritajes de la Procuraduría estatal, el multihomicidio fue un hecho no sólo de extrema violencia, sino también cronometrado y ejecutado por profesionales que conocían las zonas en las que no se tienen instaladas cámaras de video, o éstas no operan debidamente, lo que les permitió a los asesinos transportar a las víctimas y posteriormente prenderles fuego a los vehículos.
Las investigaciones policíacas y reportes forenses señalan que los 15 hombres y una mujer encontrados incinerados en las dos camionetas fueron asesinados en otro lugar y luego transportados hasta Tres Ríos y la colonia Rosales.
También se dio a conocer que los asesinos conocen las rutas de desplazamiento con vigilancia y el horario en el que se relevan los agentes policíacos, por lo que actuaron con ventaja para no ser observados ni pasar por inspecciones.
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