Cd. de México.-
La coalición “#RegulacionPorLaPaz” exhortó al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a designar a una persona con experiencia en salud pública, políticas de drogas y reducción de daños, como titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic).
El colectivo, integrado por 49 organizaciones, como México Unido Contra la Delincuencia y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, y por 104 personas, indicó que el titular de dependencia deberá ser imparcial, con experiencia en el manejo de relaciones con sociedad civil y reconocer el derecho a la participación de las personas que usan drogas.
Destacó que la persona deberá tener experiencia en salud pública, políticas de drogas y reducción de daños, y en materia de derechos humanos. “Haber consumido drogas, o no, es irrelevante”.
Para la coalición, se necesita un liderazgo que transforme a la institución porque “durante la última década, la Comisión Nacional contra las Adicciones ha fallado en responder apropiadamente al fenómeno del consumo de drogas. El día de hoy, la prevalencia de uso es más alta, el consumo de sustancias se inicia a menor edad y las drogas han tendido a bajar de precio”.
Alertaron que “las consecuencias negativas de las políticas instrumentadas han reducido la capacidad del Estado para hacer prevención y ofrecer servicios de salud incluyendo la reducción de daños y el tratamiento para las adicciones. Quizás más dramático, Conadic ha fallado categóricamente en construir una política integral en torno a las drogas”.
“#RegulacionPorLaPaz” refrendó su compromiso de coadyuvar con el gobierno entrante en el proceso de transformación de la política de drogas.
El objetivo común, enfatizó, debe ser reducir la prevalencia del consumo y la dependencia a través de prevención y tratamiento basado en evidencia, así como en mejoramiento de oferta y acceso a servicios de salud, para lograrlo, destacó la necesidad de eliminar la discriminación y criminalización de quienes son consumidores.
Para la coalición es fundamental que se impulse “una nueva política de drogas que regrese al centro a las personas y sus necesidades, abone a la construcción de paz y al bienestar de todas las personas”.