Ocosingo, Chis. / Nov. 1
El subcomandante Marcos no está desaparecido. Tampoco se encuentra en la ciudad de México, como algunos suponen, y menos aún en Europa. Es cierto que desde hace más de un mes no lo ven. ¿Dónde está?
Lejos de los escenarios y los reflectores, mantiene un repliegue táctico en la selva de Chiapas para delinear el recorrido de “La Otra Campaña” que encabezará el año que entra por todo el país, paralelo al proceso electoral para la renovación de la Cámara de Diputados.
Ante los rumores de habitantes de los altos de Chiapas, que hablan de un disminuido Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y que en las montañas del sureste mexicano “ya no se oye hablar de Marcos”, el analista Gaspar Morquecho aseguró que el llamado Delegado Zero se sigue moviendo en la Selva Lacandona, como antes del levantamiento armado de 1994.
Agregó: “El EZLN, como ejército insurgente, administra todo. ‘Administra’ sus tiempos, palabras. Alguna vez Marcos dijo algo así: ‘hay mucho ruido’ y cuando hay mucho ruido es mejor guardar silencio para poder escuchar bien”.
De modo que si su paradero es incierto para algunos, es porque el Ejército Zapatista es una organización clandestina que se mueve bajo un contexto militar en un amplio territorio.
“A diferencia de la mayoría de los grupos políticos militares, se mueve clandestinamente y sólo por periodos aparece públicamente”, agrega Morquecho, quien ha seguido de cerca el movimiento zapatista.
Gerardo González, ex miembro de la Coordinadora Nacional por la Paz (Conpaz), explica que desde antes de la asunción del presidente Felipe Calderón, el Subcomandante insurgente había delineado su programa de lucha en “La Otra Campaña”.
Para el investigador no hay duda de que el llamado líder zapatista se encuentra “en las montañas del sureste, acompañando la resistencia de las comunidades indígenas y que son bases de apoyo del EZLN”.
Precisamente desde este lugar, el 15 de septiembre convocó al Primer Festival Mundial de la Digna Rabia, a realizarse a finales de diciembre, y que forma parte de los festejos del 25 aniversario del nacimiento del EZLN, los 15 años del “inicio de la guerra contra el olvido”, el quinto de las Juntas de Buen Gobierno y el tercer año del comienzo de “La Otra Campaña” y la Zezta Internacional.
A partir de ese momento los mandos tendieron una cortina de silencio con el argumento de que iniciaban sus consultas internas y los preparativos para los festejos de la insurgencia indígena.
El grupo rebelde indicó en un comunicado, que la Comisión Sexta del EZLN había empezado las consultas con diversos grupos adherentes, organizaciones políticas y sociales del país y el extranjero, para determinar quiénes serán invitados y podrán participar en los eventos que iniciarán el próximo 26 de diciembre y concluirán el 4 de enero.
Sin embargo, la ausencia que envuelve al Subcamandante, del que se dice tiene como refugio comunidades del Municipio Autónomo Francisco Gómez, alienta los rumores sobre su alejamiento.
Un agricultor que con la efervescencia del levantamiento armado de enero de 1994 perdió una propiedad en el primer valle de Ocosingo, asegura: “Marcos ya no vive en la Selva”.
Asimismo, en la Selva, los indígenas y campesinos aseguran no saber nada del líder del Ejército Zapatista. “Ya no se oye de él”, refiere Antonio Gordillo, dueño de una propiedad cercana al río Jataté.
Para los rancheros de Ocosingo, Marcos y el EZLN son un movimiento que “se ha desgastado y ha perdido influencia”, como considera el lugareño Antonio Fernández.
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