Cd. de México.-
A nombre de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el coronel Ernesto Villalobos Domínguez, director de la Escuela Militar de Odontología, hizo un llamado a todos los graduados a ser fieles; enfatizó que aunque hoy forman parte del equipo de sanidad, no se les debe olvidar que son soldados.
En la ceremonia de graduación de 30 elementos, Villalobos Domínguez dijo que la escuela recibió el pasado abril la acreditación del programa académico de la licenciatura de Cirujano Dentista del Consejo Nacional de Educación Odontológica, lo que garantiza estar a la altura de las mejores universidades del país.
“Permanezcan fieles a los principios y valores que les han inculcado. La vida militar exigirá de ustedes empeño, sacrificio, esfuerzo y penalidades, pero también les dará enormes satisfacciones, deben buscar la excelencia como odontólogos sin olvidar que somos soldados”, enfatizó.
En presencia del general Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional, el coronel Villalobos Domínguez reiteró su lealtad a la institución y a su trabajo por servir a la sociedad.
“Hacemos patente nuestra lealtad y compromiso para seguir dirigiendo una juventud, pero sobre todo, reafirmar que seguiremos trabajando”, expresó el director de la Escuela Militar de Odontología.
De los 30 militares graduados de la Escuela de Odontología, 22 son subtenientes, tres tenientes y cinco capitanes quienes tendrán la misión de atender a los derechohabientes en activo y retirados, y a la sociedad que lo requiera en caso de desastres naturales.
También se reciben enfermeras. De la Escuela Militar de Enfermeras se graduaron 31 subtenientes enfermeras que recibieron el título y certificado de manos del general Salvador Cienfuegos Zepeda.
A nombre de los graduados, el capitán Juan Francisco Ávila agradeció a sus familias, al titular de la Sedena y al comandante supremo de las Fuerzas Armadas por el apoyo para poder cumplir sus sueños.
“Afrontemos los retos venideros y que nuestro actuar se distinga por la disciplina y respeto a los derechos humanos”, pidió a sus compañeros.
Con 30 años de edad, el capitán Ávila Serrano sueña con llegar al nivel más alto dentro del Ejército y dice que sus sueños los puede alcanzar.
Su excelente aprovechamiento académico le valió el reconocimiento al obtener el primer lugar entre todos los graduados y ala vez obtuvo una beca para estudiar en una escuela de Estados Unidos para perfeccionar el inglés.
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