México, D.F.-
María Luisa Camacho fue sorprendida por un visitante de dos metros de largo: un pitón burmés albino que se ocultaba en la zotehuela de su casa ubicada en la colonia Unidad Habitacional CTM Atzacoalco, en la delegación Gustavo A. Madero.
María Luisa indicó que escuchó un ruido en su zotehuela, como si algo se hubiera caído, y que al salir se encontró con una inmensa serpiente.
Tras hallar al reptil, la mujer pidió ayuda al Centro de Atención del Secretario (CAS), mencionando que el animal se encontraba arrinconado en la parte trasera de su domicilio.
Personal de la Brigada de Vigilancia Animal acudió al número 11 del Retorno Alfonso Arroyo y aseguró al reptil, al cual trasladaron a sus instalaciones y después al Centro para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Leticia Varela, directora de Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), explicó que el reptil tiene una fuerza descomunal y posiblemente huyó del lugar donde lo tenían.
Agregó que el pitón burmés se encontraba en perfecto estado de salud, por lo que no descartan que pertenezca a algún vecino que lo tenía como animal de compañía.
Varela exhortó a las personas a evitar tener este tipo de animales en sus domicilios, pues aunque no suelen atacar a las personas, requiere de un hábitat especial y al no tenerlo buscan la forma de encontrar un sitio más cómodo para sus necesidades.
“(Estos animales) tienen mucha fuerza para trasladarse, regularmente huyen a la presencia del humano, aunque puede llegar a atacar si tiene hambre”, añadió la funcionaria de la secretaría de seguridad pública capitalina.
Animales musculosos
Los entornos naturales de esta especie son zonas tropicales y semitropicales. Su alimentación se basa predominantemente en mamíferos pequeños como ratas, ardillas y hasta pájaros, mientras que en cautiverio comen ratas y pollos enteros. Es la única serpiente capaz de regular su propia temperatura. La hembra puede depositar e incubar hasta 100 huevos, los cuales junta y se enrolla alrededor de ellos para mantenerlos calientes.
Durante su proceso de eclosión— que dura entre 55 y 60 días— nunca los deja, ni siquiera para alimentarse.
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