México, D.F. / Octubre 14.-
“¿Me entiendes?”, ésta es la expresión en español que más irrita a un interlocutor, según un sondeo realizado por la página de internet de la cadena BBC Mundo.
Cibernautas de México, Estados Unidos, Argentina y otros países coinciden en que no hay nada más molesto cuando a una persona le espetan la referida muletilla, pues implica que el oyente tiene poco intelecto para interpretar lo que se está diciendo.
“Es como llamarte bruta en tu cara”, dice Sonia Janet de Puerto Ordaz, Venezuela.
La versión chilena de la frase, “cachai”, también cuenta con detractores, como Mario Castro, quien dice que no lo soporta.
Otra de las versiones o su derivado es “¿Me explico?”, que aunque en este caso alude a la falta de elocuencia de quien habla es lo suficientemente molesta para personas como Alejandra, de Tijuana, México. “¡Caray! Es que no soy tonta, ni sorda, ni hablo un dialecto marciano”, señaló.
Ésta no es la única frase detestada tanto por hispanos como por angloparlantes. “Whatever”, que ocupa el primer puesto para el idioma inglés y que puede traducirse al español como “Me da igual” o “Como quieras”, cuenta con gran apoyo de los participantes en la encuesta. Incluso en países de habla hispana su uso es cada vez más frecuente.
“Spanglish”
Esa mezcla accidentada de español e inglés que se habla principalmente en la zona fronteriza de México y Estados Unidos merece sus menciones honoríficas, según publicó el portal de la BBC Mundo.
En “spanglish” la frase más odiada fue “Te llamo pa’trás”, que en inglés sería el equivalente a “I’ll call you back”.
“Es sencillamente abominable”, dijo Corina, de Nueva York, Estados Unidos. “No es una de las peores, sino la peor de todas”, opinó Pablo, quien radica en Australia.
Y es que una práctica común entre los migrantes hispanos que llegan a Estados Unidos es conjugar los verbos en inglés como se hace con los propios en español. Algunos ejemplos son “parkear” (de “park”, que significa “estacionar”), “guachar” (de “watch”, que significa “observar”) o “likear” (de “leak”, que significa “gotear”).