Cd. de México.-
Antes de presidir la homilía dominical, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, recordó que hace un año el papa Francisco estuvo en la Catedral Metropolitana, “animándonos, para que el evangelio vaya a las personas más alejadas del influjo del mismo”.
Además, el prelado agradeció “al santo padre y a Dios”, por enviar a este papa “para alentarnos en esta misión que tenemos como iglesia, de evangelizar y llevar la buena nueva a donde no ha llegado”.
En la misa, se elevó una súplica para que el sumo pontífice tenga la fuerza y sabiduría para que siga guiando a la iglesia “en estos momentos tan difíciles de su historia”.
Se hizo una petición por México, a un año de la visita del papa Francisco “para que su presencia nos recuerde que la confrontación y el recelo son frutos del egoísmo y nos abramos a Dios que es amor para que nos ayude en nuestro caminar”.
Al celebrarse una jornada por la salud de los enfermos, se oró por aquello que padecen algún mal “del alma y cuerpo”, para que sean reconfortados en su adversidad y se pidió por los que se dedican a cuidar enfermos, para que tengan “fuerza y paciencia para desarrollar sus labores”.
Por último se realizó una oración por la comunidad arquidiocesana “para que estemos atentos a las asperezas que se producen y las cortemos de forma radical ayudados por la gracia de Dios”.