Monterrey, N.L. / Dic. 21
La Iglesia Católica en Monterrey enfrenta la competencia de otras religiones con fuerte soporte financiero, un desplome en los diezmos de los feligreses y una crisis de vocaciones sacerdotales.
Recientemente, el arzobispo de Monterrey, el cardenal Francisco Robles Ortega, consideró que los católicos deben estar dispuestos a salir en búsqueda de la oveja perdida, no sólo en la iglesia, sino donde quiera que se encuentre.
Señaló que “a nosotros nos toca ir a la misión urbana, no estar cómodamente satisfechos de lo que somos, de lo que tenemos como cristianos”.
Indicó que “si somos auténticos discípulos de Jesús, tenemos que hacer como él, ir a los que están afuera, ir a los que no practican su fe, ir a los que están incluso resentidos y contrarios a nuestra fe católica”.
El cardenal advirtió que “nos podemos llevar la sorpresa de que más de algún hermano o hermana alejado esté viviendo su fe con más pureza y autenticidad que muchos de los que estamos activos y militantes dentro de la iglesia”.
Aunado al bajo número de los católicos practicantes, ya que algunas estadísticas indican que aunque la mayor parte de la población mexicana se encuentra dentro del catolicismo, es menor el índice de quienes acuden a misa y cumplen con los sacramentos, la Iglesia Católica enfrenta ahora la presencia de otras religiones.
En esta ciudad, desde mediados de 1980, varias organizaciones religiosas han ganado terreno como la Iglesia Bautista, la Iglesia Cristiana la Iglesia Metodista, la Iglesia Nacional Presbisteriana, y la Iglesia de Castillo del Rey.
También destacan la controvertida Congregación Cristiana de Testigos de Jehová, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Union Church de Monterrey, la Iglesia de Jesucristo de los Ultimos Días y la Iglesia Pentecostal, entre otras.
La mayoría de esta agrupaciones religiosas han crecido sustancialmente, en gran parte, por el respaldo financiero de sus matrices en varias partes del mundo, más en particular en Estados Unidos y Europa, por lo que algunas destacan por sus grandes instalaciones en diversos sectores de la zona metropolitana.
Otro rubro que sigue a la baja entre el catolicismo, es el referente a los jóvenes con aspiraciones para estudiar el sacerdocio en Nuevo León.
Actualmente, el Seminario Arquidiocesano de Monterrey reporta una población de 347 estudiantes, uno de los niveles más bajos desde 1998 y ello se traduce en menos sacerdotes nuevos en la entidad.
Entre los años del 2002 y 2003, el seminario sufrió la baja más fuerte en la población de seminaristas en el lapso de una década y exhibe una creciente falta de interés de los jóvenes por la vocación sacerdotal.
Durante el periodo de 1998, un total de 21 jóvenes fueron ordenados sacerdotes y desde entonces comenzó el declive con cifras que resultan alarmantes para la Iglesia Católica.
Este año únicamente seis jóvenes fueron ordenados diáconos en la Basílica de Guadalupe.
A principios de este año, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), José Leopoldo González González, admitió que “nos encontramos ante el fenómeno de la globalización y una de las temáticas en Europa y América Latina es la falta de creencia”.
En un evento en la Ciudad de México dijo que “lo que pasa es que nosotros hemos administrado los sacramentos pero no hemos evangelizado y ahora se trata, al contrario, de evangelizar al anuncio de la buena nueva, el encuentro con Cristo”.
González recalcó que “lo que se quiere lograr es que todos los obispos tomemos conciencia para que luego se aplique en las diversas diócesis esta formación”.
Por su parte, el representante del Comité del Diezmo de la Arquidiócesis local, Mario Páez, comentó que este año la recaudación ha retrocedido notablemente en las 207 parroquias en la entidad.
Según estimaciones de la agrupación religiosa, de los 4.5 millones de católicos en el estado, menos de 20 por ciento ha cumplido este año con el tradicional pago del diezmo.
Señaló que “no llega ni siquiera a 20 por ciento de lo que se debería recaudar, si todos los católicos aportáramos nuestro diezmo”, y agregó que “lo que se está solicitando para el diezmo es, al menos, un día de salario al año”.
Mencionó que durante el 2007 la recaudación fue de unos 21.5 millones pesos, y aseguró que dicha cantidad debería ubicarse por encima de los 100 millones de pesos “si todos los católicos cumpliéramos nuestra obligación, que es dar el diezmo”.
Páez comentó que el diezmo puede entregarse depositando el sobre correspondiente en la alcancía de las parroquias, en mensualidades en tarjeta de crédito, o por medio de cheque, a nombre de Arquidiócesis de Monterrey.
“Con el diezmo, nosotros podemos desarrollar los programas de evangelización en las pastorales profética, litúrgica y social y también atender nuestras pastorales prioritarias, como son la familiar y la juvenil”, resaltó.
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