Monterrey, N.L. / Noviembre 24.-
Al grito de “se ve, se siente, el Papa está presente” las reliquias de Juan Pablo II arribaron esta mañana a la Basílica de Guadalupe de Monterrey, entre un tumulto de fieles católicos que ya aguardaban desde temprana hora con cánticos y danzas.
Se trata de la urna de cristal que encierra una réplica de la figura del también llamado “Papa viajero”, así como una ampolleta con su sangre, que provenientes de Saltillo, llegaron a la capital regiomontana para ofrecer un poco de paz a la comunidad religiosa.
Cerca de las 10:45 horas, el padre Gerardo Charles, coordinador de la visita, entregó oficialmente las reliquias de Juan Pablo II al Cardenal de Monterrey, Francisco Flores Ortega, quien ofreció una misa en honor al beato polaco.
“La iglesia de Monterrey se emociona enormemente por la tercera visita del Papa beato Juan Pablo II. Esta su tercera visita es en sus reliquias, especialmente en un poco de su sangre, la sangre que le dio vida y qu elo sostuvo en el servicio a Dios y a la iglesia”, dijo en la homilia el Cardenal, con lo que arrancó aplausos de los fieles.
La basílica de Guadalupe fue inundada por más de tres mil feligreses, entre niños, jóvenes y adultos, que deseaban acercarse a las reliquias de Juan Pablo II.
El llanto de algunos fieles no se hizo esperar al encontrarse a escasos centímetros de la réplica del beato, aunque sólo haya sido por unos segundos.
Las reliquias de Juan Pablo II estarán en la ciudad hasta el sábado 26 de noviembre, por lo que los feligreses tendrán tres días para apreciarlas y aunque se desconoce el número de visiantes que pueda acarrear, se espera que tan sólo hoy, las reliquias sean vistas por más de cinco mil regiomontanos.
(24/nov/2011)