Culiacán, Sin.-
En la capital del estado, en donde en lo más alto de la pandemia alcanzó los dos mil 347 pacientes activos, la movilidad se redujo, los ciudadanos dejaron de asistir a las ceremonias religiosas, los centros comerciales, paseos e incluso muchos de ellos volvieron a desempeñar trabajo en su hogar, lo que redujo la demanda en el transporte urbano.
Los transportistas del servicio urbano y suburbano en Culiacán se quejan de una reducción paulatina en el número de usuarios, por lo que han tenido que modificar rutas y disminuir el número de unidades en diversos horarios y puntos de la capital del estado.
José Manuel Mendivil Álvarez, presidente de la Alianza del Transporte Urbano y Suburbano externó que con esta nueva ola, el flujo de usuarios marca una tendencia a la baja, comprensible por el crecimiento en el número de contagios, lo que ha obligado a cientos de familias, disminuir al máximo sus salidas del hogar.
Comentó que esta situación repercute entre los choferes, al recortarse el número de camiones que se destinan diariamente a brindar el servicio, muchos de ellos, se han quedado, en forma temporal sin trabajo, por lo que se espera que esta situación sea pasajera.
En los templos católicos, el número de feligreses que acuden a misa o pasar momentos de reflexión, son escasos, pese a que estos lugares permanecen abiertos, desde muy temprano, el tema de la pandemia, aleja a los creyentes.
La zona del Centro Histórico de la capital del estado, donde se ubica el principal mercado público municipal con una larga tradición de consumo, luche poco visitada, los encargados de los comercios de venta de artículos de belleza, bisutería, comida, ropa, papelerías, pastelerías y zapatos, resienten una pequeña caída en sus ventas.
Josefina “N”, con treinta y dos años de edad, encargada de un negocio de artículos de belleza señaló que aunado a la cuesta de enero, las ventas son mínimas, puesto que se observa escaso movimiento de personas en el primer cuadro de la ciudad.
Consideró que con la suspensión de las clases presenciales y el creciente número de contagios que se tienen a diario, las familias, han determinado, sus propios aislamientos y solo salen a realizar sus compras más apremiantes, como son los alimentos.
En donde, por las mañanas, se aprecia un gran movimiento de personas que forman largas filas, para practicarse las pruebas de PCR, es los Hospitales del ISSSTE y del Instituto Mexicano del Seguro Social.