México, D.F. / Mayo 10.-
Para millones de migrantes en Estados Unidos, la celebración del Día de las Madres se ha convertido en ocasión de tristeza porque a las mamás se les niega el derecho de estar con sus familias por causa de una ley migratoria “absurda”.
Así lo denunció la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas (NALACC, por sus siglas en inglés), en ocasión de la celebración del 10 de Mayo, al detallar que cientos de miles de familias han sido desmembradas en Estados Unidos por las deportaciones.
Mientras, las cifras más recientes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indican que al menos 49 por ciento de los 214 millones de migrantes en el mundo son mujeres, organizaciones de migrantes en Estados Unidos advierten sobre la grave situación.
La NALACC recordó que este martes enviará a la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, miles de peticiones de migrantes que viven en ese país y han visto fragmentadas a sus familias, porque autoridades locales han deportado a las madres o los padres por falta de documentos.
O bien, las leyes migratorias impiden que los padres de los migrantes vayan a vivir a Estados Unidos y se obstaculiza la unidad familiar.
Al respecto, la directora ejecutiva de la Coalición Pro Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles, Angélica Salas, recordó en entrevista telefónica que recientemente 97 organizaciones se reunieron en California para hacer una gira sobre el tema.
A causa de la inhumana e irracional política migratoria, cientos de miles de inmigrantes han sido echados del país sin ningún miramiento de carácter humanitario.
Recordó el caso de una mujer, en Los Ángeles, madre de seis niños nacidos en Estados Unidos, cuyo esposo fue echado del país después de permanecer más de 20 años trabajando en forma ininterrumpida, porque carecía de documentos.
Poco hay que celebrar, dijo, cuando las autoridades locales y federales trabajan en conjunto para deportar a la gente, en demérito no sólo de la unidad familiar sino también de las economías locales en miles de comunidades.
En tanto, la OIM señala que 90 por ciento de los migrantes en el mundo se cambia de país para trabajar, incluyendo a las mujeres, que se han visto obligadas a dejar hijos en sus países de origen (incluyendo México), para viajar a otra nación en busca del sustento.
De hecho, según la OIM, de los 414 mil millones de dólares en remesas que circulan cada año por el mundo 74 por ciento (307 mil millones), se enviaron desde Estados Unidos a países en desarrollo.
México ocupa el tercer lugar como receptor mundial de remesas, sólo detrás de la India y China, y la mayoría de ellas proviene de personas en Estados Unidos.
De los mexicanos en Estados Unidos que envían remesas casi la mitad son mujeres –la mayoría madres de familia- que dejaron a sus hijos en el país o los llevaron consigo en forma ilegal.
En todo caso, enfrentan a diario el temor fundado de la deportación y a diario sufren la desintegración familiar.
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