Reynosa, Tam.-
La sorpresa de observar la llegada de un pino y adornos navideños por primera vez a su casa se notaba en los rostros de Valeria de 12, Melisa de 10, Diana de 7 y Génesis de 4 años de edad, menores que son cuidadas por sus abuelos, ya que quedaron huérfanas.
Totalmente asombrados los integrantes de la familia Ramírez Salazar vieron llegar al equipo de Hora Cero como si se tratara de Santa Claus, con una gran bolsa negra que contenía alegría para la Navidad.
Su cuarto en obra negra de cuatro por cuatro metros, ubicado en la colonia La Curva, se invadió del espíritu navideño, ya que en una caja de cartón se escondía un pino, además que en una bolsa negra, que emulaba el costal de regalos de Santa Claus, contenía esferas, campanas, guirnaldas, adornos de la temporada y foquitos.
Al principio el desconcierto de las menores y sus abuelos se manifestó al ver por primera vez un árbol navideño en casa; con cierta desconfianza las niñas se acercaron a ver que había dentro de la caja y de la bolsa y se sorprendieron aún más.
Las hermanitas se observaban incrédulas, pues la Navidad había llegado a su hogar, sin embargo poco a poco fueron tomando confianza y se entusiasmaron al ver todos los adornos.
Su abuela Tomasa se contagió de la emoción de sus nietas al verlas que intentaban colocar en un espacio del pequeño cuatro obscuro el pino que iluminaría la Nochebuena.
Tan reducido es el lugar que quisieron ponerlo sobre una mesa, luego sobre un cajón de plástico y finalmente en el piso, cerca del refrigerador y la cama, aunque al pasar alguno de los integrantes de la familia el pino se tambaleaba con peligro de caerse.
Ilusionadas sacaron cada una de las esferas de los empaques y los demás adornos de su primer pino de Navidad que fue colocado con dificultad pero con mucha emoción.
Fascinadas ponían en cada una de las esferas el listón para colgarlas en el árbol, también acomodaban la guirnalda y las campañas en color rojo.
Las más pequeñas saltaban de emoción después de ponerse unos cuernos de reno con cascabeles e intentar acomodar algunos adornos.
Después de un rato de observar a sus nietas contentas, la abuela Tomasa se animó a colocar algunos ornamentos y apoyar en la instalación del primer pino navideño en su pequeño hogar.
“Siento la casa muy alegre de verlas contentas, mis nietas están felices se les nota en sus rostros al decorar el pino, les da mucho gusto tener un árbol navideño. Gracias a quien lo ha hecho posible, les deseamos que también tengan una feliz Navidad”, dijo.
La señora de 55 años señaló que nunca se imaginó nada parecido, “es una sorpresa, no me esperaba nada de esto”.
“Nunca me imaginé que alguien viniera a mi casa a decirme que me cambiarían la Navidad. Solamente lo había visto en la televisión o en las novelas que les regalan cosas en estas fechas pero no me imaginaba que fuera a llegar alguien a mi casa en realidad”, mencionó.
Por su devoción Católica, compartió que le pidió a Dios y a la Virgen de Guadalupe que sus nietas tuvieran una diferente y feliz Navidad.
“Les supliqué que fuera alegre para ellas, no supe ni como fue pero aquí están ustedes. Gracias a Dios se me está cumpliendo porque El obra a través de ustedes que llegaron a mi casa para alegrarnos la vida”,
comentó.
Indicó que su deseo para esta Navidad es que todos sus hijos y familia estén reunidos, aunque no tengan para la cena pero que estén juntos y contentos por la Natividad del Niño Jesús.
La coronación de la escena, que jamás imaginaron los integrantes de la familia Ramírez Salazar, fue al instalar las luces en el árbol navideño, ya que al encenderlo el diminuto cuarto se iluminó llenándolo de esperanza.
Antes de que el equipo de Hora Cero se retirara del humilde hogar, en la entrada de la casa fueron colocadas una botas navideñas donde Santa Claus depositará sus obsequios el próximo 24 de diciembre.