Reynosa, Tamps. / Febrero 9.-
La erradicación de la comida chatarra en las escuelas no es la solución a los problemas de obesidad infantil, mucho tienen que ver los padres de familia y los hábitos inculcados a sus hijos, aseguró Erika Sosa Moreno, nutrióloga especializada.
“México ocupa el primer lugar en niños escolares con sobre peso y obesidad de acuerdo a informes de la Organización Mundial de la Salud”, expresó.
Al respecto, la Secretaría de Educación Pública prohibió la venta de comida chatarra en las instituciones educativas, sin embargo la experta en nutriología aseguró que no solamente es responsabilidad de las autoridades sino también de los padres de familia.
“Esto es alarmante, es algo que debe de preocuparnos a todos, ya que está en nosotros como padres, cambiar los hábitos alimenticios de nuestros hijos, inculcar la rutina diaria de ejercicios o diversas actividades para poder combatir este problema”, señaló.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) difundió una la lista de 610 productos que se podrán comercializar al interior de los colegios y que cuentan con un alto nivel proteínico y bajas grasas y azúcares.
Además en su página de Internet, proporciona una veintena de recetas para preparar alimentos nutritivos con los que pretende impulsar una cultura de hábitos alimenticios saludables y la formación de niños y adolescentes más sanos en las escuelas, con ayuda de los padres de familia.
Sosa Moreno explicó que la comida chatarra y refrescos contienen gran cantidad de conservadores, mismos que dañan la salud principalmente de la niñez, además de ser detonantes de la obesidad, enfermedad que es un flagelo en el país.
“Es más responsabilidad de los padres que de las escuelas del gobierno porque los niños pasan la mayor parte del tiempo en nuestra casa aproximadamente cuatro horas diarias y desafortunadamente se la pasan frente al televisor, con videojuegos o navegando en Internet. Este es un tiempo desperdiciado”, dijo.
Finalmente la entrevistada recomendó a los padres de familia que inculquen a los menores, las actividades físicas y una sana alimentación.