Reynosa, Tamaulipas.-
La meta de Rubén era ser ingeniero. Lo conocí cuando cursaba segundo de preparatoria, tenía 16 años. Era esforzado, pero las matemáticas estaban por truncarle el sueño, por eso decidí ayudarlo con esa materia”, platica Francisco Javier Frías, un maestro jubilado.
Ingeniero en Control y Computación, y por más de 20 años profesor de matemáticas en secundaria y preparatoria. Dice, “cuando daba clases, noté que los alumnos sufrían para comprender las matemáticas, eso provocaba que perdieran el interés y, a la larga, los estudios”.
Rubén lo inspiró, dice, porque “se esforzaba mucho, me contó que su mamá [quien trabajaba en una maquiladora] a veces no tenía para comprarle ni un lápiz; generalmente obtenía buenas calificaciones, pero las matemáticas no eran su fuerte”, y decidió darle un empuje.
Al jubilarse, la idea de seguir ayudando a los alumnos para que entendieran y aprobaran la materia de matemáticas seguía rondando su cabeza. Fue entonces cuando trabajó en crear un juego que llegara a los alumnos y les permitiera conocer los números, de forma divertida.
“Desarrollé un juego de mesa que demuestra que se puede jugar con las matemáticas, aprender y comprender al mismo tiempo. De esta forma, nació Jugando con Pitágoras”.