Reynosa, Tam.-
Un oficial de la Policía Estatal del grupo de Proximidad que decidió mantener su nombre en anonimato desempolvó el traje de Santa Claus y llegó ataviado con la tradicional vestimenta para aliviar la larga espera de los niños migrantes que habitan en la plaza de la República de este municipio.
Los menores que se encuentran hacinados en el campamento migratorio volvieron a sonreír al ver llegar Santa Claus, varios pequeñitos tuvieron sentimientos encontrados ya que no habían recibido un obsequio durante meses.
“Santa” no tiene apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública, sólo cuenta con sus propios recursos y el apoyo de su hermana, quienes al ver la situación de los niños en ese campamento.
Al ver la situación de los niños, decidió comprarles varios regalos.
“La idea es poner a los niños felices y que tengan una navidad feliz, cambiar también la imagen de Reynosa”, dijo el oficial altruista.
Señaló que adelantó la navidad para estos pequeños porque la intención es recorrer las colonias donde habitan familias en vulnerabilidad.
COOPERAN PARA CREAR SONRISAS
Para realizar esta labor altruista mencionó que se cooperaron para comprar los regalos, nada es politizado y menos con fines de lucro.
Es para mostrar solidaridad con las personas que están viviendo situaciones difíciles, por ello decidió visitar a los niños que viven en el campamento migrante, que se ubica a escasos metros de la plaza de la República.
“Estoy contenta de ver a Santa Claus, también porque me trajo muñecas, nada más que se olvidó de traerme mi Peppa”, dijo muy sonriente, mientras abrazaba su colorida pelota, Alison Regalado, una niña de El Salvador.
Ángel, por su parte, recordó que en su país se reunían con sus abuelo y demás familiares para celebrar la Navidad, pero no siempre tenían juguetes, por lo que se mostró muy agradecido con Santa Claus.
CUATRO AÑOS HACIENDO FELICES A NIÑOS
Todo comenzó en su tierra natal, Matamoros, Tamaulipas, cuando al ver la situación vulnerable de los pequeños tuvo esa inquietud de querer aportar su granito de arena.
Son cuatro años de hacer felices a los niños de escasos recursos, y está vez no fue la excepción de llevar alegría a los pequeños migrantes para que por un rato olviden los problemas a cuestas.
“Desde hace cuatro años me dedico a regalar juguetes a los niños de escasos recursos, he estado en Tampico, Altamira, Madero, Matamoros , Reynosa y Huejutla, Hidalgo. Ahorita mi preocupación son los niños indocumentados que están lejos de su país y que tengan una navidad feliz”, dijo el altruista.