Matamoros, Tamps.-
Ante las declaraciones que se han dado por parte del Presidente de la República Enrique Peña Nieto referentes al apoyo que se les dará a los agricultores del área del temporal y los cuales ya han dado por perdidas todas sus cosechas, Enrique Zolezzi Treviño, agricultor del área de riego del sector 025, manifiestó que el recurso que se bajó por parte del gobierno federal les beneficia muy poco o en nada.
El entrevistado mencionó que el monto económico fue muy pequeño, ya que al final de cuentas los poco más de 300 millones de pesos que se generaron para la agricultora no alcanzaron para nada, ya que se está hablando de que se les otorgará un promedio de mil 300 pesos por hectárea, que representa el 50 por ciento de la inversión de este año.
“El agricultor del temporal invirtió aproximadamente 2 mil 600 pesos por hectárea y al final de cuentas le van a regresar mil 300 pesos, entonces ya se quedó corto con sólo mil 300 y ya tienen que empezar a trabajar para todo el año siguiente, vamos a empezar a invertir otros 2 mil 600 pesos, entonces el agricultor tiene que invertir 4 mil pesos y de dónde los obtendrán si no levantaron nada”, explicó.
Sin embargo el verdadero problema al que se enfrentan los agricultores, es lidiar con el tiempo que tardará en llegar el recurso a sus manos, ya que hasta el momento no se les ha informado cómo y cuándo se les entregará el apoyo ya que los líderes aún siguen con las reglas de operación y todavía no han podido definir cuándo van a aterrizar el apoyo.
Es importante señalar que esta situación representa un verdadero conflicto para quienes son sembradores del área del temporal y tienen algún préstamo de Procampo o con alguna aseguradora, ya que los créditos se vencen dentro de 15 días, y entre más pronto hagan sus abonos, los trabajadores del campo acumularan menos intereses en sus adeudos.
Zolezzi Treviño expresó que el gobierno tendría que ser eficiente porque el apoyo que se le quieren dar al campo no son apoyos, ni subsidios, ya que estos son un compromiso que se formó al meter a los campesinos a una agricultura por contrato.
En el país vecino de Estados Unidos hay unas cláusulas en todo este tipo de inversión agrícola que se llaman “actos de Dios”, lo cual es un tema absurdo porque la naturaleza no siempre es benévola con los agricultores, y es ahí donde deben entrar las democratizaciones para que lleguen a tiempo los apoyos y no cuando ya no hay nada que rescatar.
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