La asignación arbitraria por espacio de varios años, con la que se beneficiaba a las mismas guarderías subrogadas pese a no cumplir con la normatividad, se terminó al abrir la licitación para la contratación de los servicios, confirmó Jesús Lavín Verástegui.
El titular de la Secretaría de Administración añadió que el 80 por ciento de las guarderías subrogadas por el Gobierno del Estado, carecían de instalaciones sanitarias adecuadas, medidas de prevención en materia de protección civil, contenido alimenticio, servicio médico y otras normas que debían cumplir para la prestación del servicio.
La contratación de los servicios para el cuidado de los hijos de los trabajadores que laboran en alguna de las dependencias del gobierno siempre se asignaba de manera directa, a un grupo conocido, al que no se gustó que en esta ocasión fuera por licitación y se conviniera con quien ofrece la mejor atención.
“Al abrir la licitación pública para que se inscribieran quienes deseaban ofrecer el servicio subrogado al gobierno, cayo gordo a quienes de alguna forma tenían mano, el problema es que no querían pagar las bases, querían muchas cosas e incumplían con las normas, poniendo en riesgo la salud o seguridad de los menores”, consideró.
Lo anterior como resultado de una revisión minuciosa que se hizo a los siete Centros de Desarrollo Infantil (Cendis), incluyendo las subrogadas, a donde los trabajadores del Estado llevan a sus hijos, donde se detectaron irregularidades al no cumplir con la normatividad y por ello se tomó la decisión de licitarse para que hubiera participación de los interesados.
Citó que la guardería “Pekes”, en esta Capital era una de las que había sido subrogada por espacio de varios años, que después de no requerirse de los servicios, el propietario supo reconocer las deficiencias, no obstante a que algunos padres de familia se manifestaron frente a casa de Gobierno, inconformes por la subrogación.