Monterrey, N.L.-
Pepe se despierta a las 7:00 de la mañana para ser el primero en ocupar el baño. Tres personas más viven en el departamento así que deben turnarse el único baño para hacer uso eficiente del tiempo. Es un lunes y amaneció frio. Después de un baño rápido.
Él mismo se prepara un desayuno ligero y busca sus libros. Cuando ya todos están listos salen de su departamento hacia la estación del tranvía que los conectara con la estación del metro que deben tomar para llegar a la universidad.
El recorrido es largo, alrededor de 50 minutos, y hacen no menos de 6 paradas antes de llegar. Cada vez que él empieza una conversación animada con sus compañeros, la gente que va alrededor, despega la mirada de sus periódicos, libros o sándwiches como desayuno y los mira con extrañeza. Recuerdan que la gente aquí es distinta, aun no logran acostumbrarse del todo.
Pepe llega a la American Business School de Paris para sus clases del día, está empezando otra semana del semestre escolar en Paris y se siente contento.
José Eleuterio “Pepe” Elizondo es un joven de 20 años nacido en Monterrey, Nuevo León, estudiante de la carrera de Negocios Internacionales de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Durante un semestre, estudió en Paris, Francia junto con 5 compañeros regiomontanos más. Este semestre, cuenta él, le hizo aprender mucho, adaptarse mejor para trabajar en equipo, le dio experiencias necesarias para madurar y crecer personal y profesionalmente.
Así como Pepe, miles de estudiantes universitarios estudian un tiempo fuera de Monterrey, ya que se ha vuelto esta una opción muy popular y enriquecedora entre los estudiantes.
Actualmente, la mayoría de las universidades regiomontanas, tanto públicas como privadas, tienen algún tipo de programa de internacionalización, es decir, que fomentan y facilitan el intercambio de alumnos al extranjero.
Este tipo de programas han surgido debido a la demanda cada vez más fuerte de las empresas por tener profesionales capacitados ampliamente en su campo de trabajo y con mayor experiencia.
Aunado a esto, el panorama mundial esta más conectado que nunca, gracias al desarrollo de tecnologías de comunicación y transporte, permitiendo la interacción de empresas, universidades, estudiantes y trabajadores mundialmente de manera más cotidiana y sencilla.
Estos factores han logrado hacer que el irse a estudiar al extranjero se vuelva cada vez más una práctica muy común.
– Eligiendo el destino
Existen diversas motivaciones entre los estudiantes para decidir estudiar en el extranjero temporalmente. Entre ellas, las más comunes son incrementar el valor de su currículo, conocer otras culturas y vivir nuevas experiencias.
Ana Hernández, coordinadora de promoción del centro de oportunidades académicas internacionales en el Tec de Monterrey, menciona que los motivos son muchos, desde hacer contactos, ganar experiencia, ampliar sus horizontes, hasta visitar familia y amigos.
El primer paso que los estudiantes deben tomar para empezar el proceso para el intercambio es elegir en qué país se quiere estudiar.
Ana asegura que los estudiantes basan esta decisión en distintos factores.
“Depende de la carrera, depende de la moda… los ingenieros por lo general se van a Alemania. Australia es buena opción para todos. Hay algunos que no quieren batallar con el idioma y se van a España, también Argentina está muy barato y se van allá, hay de todo”.
El Tec de Monterrey tiene convenios sobre intercambios al extranjero con más de 400 universidades en los cinco continentes, por lo que las opciones son cuantiosas y diversas.
Alejandra Arrieta, alumna de 20 años de la carrera de Ciencias de la Comunicación en el Tec, actualmente se encuentra estudiando en Florencia, Italia.
Ella comenta sobre su decisión de estudiar ahí: “Lo único que tomé en cuenta fueron las materias que llevaría y que yo pudiera tener las facilidades para costearla. Honestamente, siempre he tenido un interés especial en Italia, y más en Florencia por ser la capital del arte”.
Algunos alumnos eligen la universidad dependiendo de la importancia del país dentro de su carrera.
Estudiantes de carreras como Negocios Internacionales o Administración Financiera, consideran el gran desarrollo económico de China y su rol en la economía como un factor decisivo en su decisión por estudiar allí temporalmente.
De igual manera, un país como Alemania tiene prestigio dentro de la ingeniería, debido a sus renombradas empresas automotrices y de maquinaria, por lo que es una opción muy recurrida para alumnos de diversas ingenierías.
Según información de la página en internet de Programas Internacionales del Tecnológico de Monterrey, existe mayor demanda para las universidades españolas e italianas.
– Aterrizando los planes
El proceso y los trámites que los alumnos interesados en irse de intercambio tienen que realizar pueden ser pesados y tediosos en ocasiones.
Debido a que tanto la universidad en la que se está inscrito, como la universidad a la que se quiere aplicar para estudiar internacionalmente, tienen sus propios requisitos para completar el proceso de intercambio, los trámites son numerosos y en ocasiones complicados.
Los requisitos básicos incluyen estar en cierto semestre dentro de la carrera, contar con un promedio acumulado igual o mayor a 85, y tener una calificación satisfactoria en el examen del idioma correspondiente a la universidad a la que se quiere asistir.
Ya que los convenios con cada universidad son distintos, los tramites y requisitos varían entre estas.
Por lo general se pide que se comiencen los trámites con un semestre de anticipación a la fecha en que se quiere partir, pero existen casos especiales donde se deben empezar con mayor antelación.
David Falcón, estudiante de 22 años de la carrera de Ingeniero en Mecatrónica en el Tec de Monterrey, se encuentra estudiando en Alemania a través de un programa ofrecido por el gobierno alemán.
El joven comenta que este programa incluye una beca y requiere comenzar los trámites un año antes de la fecha deseada de partida, es decir, dos semestres antes. A mitad del año, se envían los documentos solicitados y sigue la espera por la carta de aceptación, la cual no se asegura que se reciba en todos los casos.
– Estando fuera
Iniciar un semestre escolar nuevo es siempre fuente de nuevas situaciones y retos, y lo es todavía más cuando se inicia en un país ajeno al propio, donde se tiene poco conocimiento del funcionamiento de las cosas, de las costumbres, los lugares y las personas.
El llegar a un país nuevo y encontrarse con elementos nuevos que causen sorpresa, desorientación o confusión es lo que se conoce como un choque cultural. Los jóvenes que participan en intercambios escolares deben aprender a lidiar con estas nuevas situaciones de la mejor manera posible para lograr disfrutar la experiencia y sacar adelante sus estudios.
Una cuestión a la que deben adaptarse los estudiantes por lo general es al nuevo sistema de clases al que se es expuesto en su universidad de intercambio. Puesto que su experiencia académica está limitada, por lo general, a una sola universidad, los jóvenes que participan en intercambio reportan encontrar diferencias muy marcadas en sus nuevas escuelas.
David se muestra sorprendido de que en su universidad alemana no se tiene un sistema de faltas ni retardos, como al que él está acostumbrado; los estudiantes acuden a las clases cuando así lo deseen y se asume que no faltaran si no es necesario, es su responsabilidad.
Comenta también que no hay tareas y solamente se presenta un examen final al terminar el curso y este determina si se aprueba o no la materia.
Fuera de cuestiones escolares, los alumnos son expuestos a otras situaciones que podrían resultarles difíciles. El no estar con su familia y amigos, cerca de todo lo que conocen, es por lo general una situación de reto que no todos los alumnos enfrentan igualmente.
Carla González, estudiante de 21 años de la Licenciatura en Administración Financiera en el Tecnológico de Monterrey, estudia en Shanghai, China y platica sobre su experiencia:
“Lo más difícil para mí fue el hecho de asimilar que me encuentro sola en un país totalmente diferente al mío, así que al inicio llegue a sentir cierta soledad, lo cual complica el proceso de adaptación. Sin embargo con el paso del tiempo dicha sensación la fui perdiendo lo cual me permitió disfrutar al máximo cada momento”.
Existen cuestiones de otras índoles que intervienen en el proceso de adaptación: saber manejar el dinero, conocer ubicaciones importantes y medios de transporte, el tipo de comida, la organización de los deberes cotidianos, entre otros.
– Más allá de los estudios
Muchos de los participantes en programas de intercambio buscan obtener en esta experiencia más que sólo una experiencia de estudio. Muchas veces los estudiantes canalizan sus esfuerzos en el extranjero para hacer contactos en empresas en las que les gustaría trabajar o iniciar sus prácticas profesionales en un país extranjero.
Los estudiantes de intercambio ingresan al país con una visa de estudiantes, dicha visa les permite su estancia y estudios en el país durante determinado tiempo.
Esta visa es distinta en todos los países, por lo que en algunos lugares con la obtención de esta se les tiene permitido a los alumnos trabajar un cierto número de horas como practicantes, aunque no sucede así en todos los países.
La experiencia de vivir un semestre de intercambio es una que cada vez más personas tienen la oportunidad de disfrutar.
Este tipo de programas académicos enriquecen la experiencia educativa de los alumnos al exponerlos a otras culturas, personas, ideas y situaciones, elevando el nivel de conocimientos adquiridos en diversos sentidos.
Es importante tomar ventaja de las oportunidades que se presentan en la vida estudiantil para iniciar adecuadamente una carrera profesional y haber utilizado al máximo los recursos disponibles. (René Moreno)
Discussion about this post