Monterrey, N.L.-
La relación entre la ciencia y la imaginación ha estado ligada desde siempre; ha estado presente desde la preocupación de Dante Alighieri en La Divina Comedia sobre la visión astrológica del mundo para explicar el tránsito entre el cielo y el infierno, hasta el Jurassic Park de Spielberg.
El filosofo español Javier Ordóñez dictó el pasado miércoles 2 de noviembre la conferencia “Ciencia e Imaginación” en el Auditorio del Centro Estudiantil del Tecnológico de Monterrey, en la que expuso una serie de reflexiones sobre este tema.
Inspirado en las categorías del “viejo” Aristóteles, como le llamó, Ordóñez planteó problemas en los que abundó en esta estrecha vinculación de la ciencia con las artes, principalmente en la literatura y el cine.
“Tenemos que la ciencia está presente a la hora de describirnos el mundo; pero es una obra literaria, es una utilización de la ciencia, no es una descripción de la ciencia. Si ustedes leen algo como La Peste de Albert Camus, por ejemplo, se encontrarán con que hay un problema fundamental acerca de la noción de enfermedad que es un elemento fundamental en todo lo que puede ser la descripción de la medicina.
“Y si te atreven con un texto muchísimo más contemporáneo como Los Físicos de Friedrich Dürenmantt, se encontrarán que Dürenmantt pone a los físicos en un manicomio, de tal manera que toda la obra de teatro trata de dimid si los individuos que están ahí , son los que dicen que son, pues uno dice que es Newton, otro dice que es Möbius, entonces la discusión es para hablar de lo que ha hecho la ciencia de estos individuos “, señaló Javier Ordóñez.
El filósofo comparó a al monstruo del doctor Victor Frankenstein con los dinosaurios de Steven Spielberg para poner un ejemplo de cómo el hombre necesita reflexionar sobre las consecuencias que tiene el transgredir los límites del conocimiento.
Argumentó que el doctor Frankenstein construyó un vivo on trocitos de muerto , mientras que Spielberg construye un dinosaurio por medio de un mosquito que aparece en una gota de ámbar.
“Con el paso del tiempo Spielberg nos hace una propuesta más radical que es : no encontrar los dinosaurios , sino fabricarlos , es decir , ser el Frankenstein de los dinosaurios. Como ven ustedes estos problemas se enlazan .
“Los dinosaurios habían llenado la tierra de dinosaurios y vino un meteorito y acabó con todos ellos, entonces un ratoncito que había por ahí, derivo, derivo, derivo y apareció el prehominido, y ahora el prehominido resulta que ocupa el lugar del dinosaurio , somos demasiados y ya comenzamos a mirar si ya viene el meteorito , como hemos visto en las películas Armageddon y otras “, apuntó.
Ordóñez dejó al final la reflexión sobre la presencia constante de la tecnología en nuestras vidas y un ejemplo claro es el celular, un instrumento que se ha vuelto imprescindible para casi todo el mundo.
“Cada vez somos más máquinas. Nuestro contexto cultural está cada vez más dominado por las máquinas, incluso las máquinas pueden tener vida afectiva. Hay una película que se llama `Her ´ en la que un individuo se enamora de su sistema operativo.
“¿Realmente nosotros podemos tener en nuestro entorno algo que no podemos amar u odiar ? hay personas que no pueden vivir sin determinados objetos , porque hay gente que no puede vivir sin el movil, ese es un ejemplo de dependencia radical “, destacó.
El filosofo conmino a los estudiantes y a los futuros inventores a que piensen que toda creación tiene consecuencias directas y repercusiones que tienen que ser analizadas a través de la imaginación .
“Nosotros somos capaces de hacer cosas maravillosas con el conocimiento científico y tecnológico, pero siempre que las hacemos tenemos que pensar que tienen consecuencias, y repercusiones directas que vemos y que no vemos ; y en esas que no vemos, nos lo cuenta más la imaginación, que la ciencia disciplinar “, concluyó.
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