México, D.F.-
El candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, delineó su decálogo en materia petrolera, cuyo objetivo, dijo, es aprovechar los recursos energéticos de la nación para impulsar la industrialización del país, generar empleos, ser competitivos en el mercado interno, y alejar la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Explicó que el plan contempla un manejo integral del sector energético, “desde la exploración, la perforación, la producción de crudo y gas, la refinación, la petroquímica y la industria eléctrica para utilizar toda la cadena de valor del sector energético”.
Además dar prioridad a la inversión en exploración para mantener estables las reservas probadas.
En conferencia de prensa, López Obrador describió punto a punto su plan para relanzar el sector petrolero del país, en un esquema que permita sacar el mayor provecho al recurso natural.
En su propuesta, el aspirante presidencial mencionó que es vital dejar de vender o de exportar gradualmente petróleo crudo y procesar toda la materia prima para darle valor agregado y generar utilidades y empleos.
Propuso construir en el sexenio cinco grandes refinerías, en Tula, Hidalgo; Salamanca, Guanajuato; Salina Cruz, Oaxaca; Dos Bocas, Paraíso, Tabasco; y Atasta, Campeche; para dejar de importar 500 mil barriles diarios de combustibles, que significa erogar, en la actualidad, 26 mil millones de dólares al año”
En su punto cinco, el abanderado planteó frenar el deterioro de la industria petroquímica, “reconstruir las plantas petroquímicas para dejar de depender del mercado exterior y ofrecer insumos baratos a la industria nacional” y el seis “operar a toda su capacidad las hidroeléctricas y otras plantas de generación de energía de la Comisión Federal de Electricidad para reducirla compra de energía eléctrica a precios elevadísimos a empresas extranjeras”.
De acuerdo a su estrategia, “se dará prioridad en compras y en contratación de servicios que demanda el sector energético a empresas nacionales” y “se destinarán recursos suficientes para la investigación y el desarrollo tecnológico del sector energético. Se le devolverá la importancia que en su momento tuvieron, el Instituto Mexicano del Petróleo y el Instituto de Investigaciones Eléctricas”.
El candidato presidencial de las izquierdas sugiere lanzar un programa nacional de transición energética “para disminuir, de inmediato, la dependencia de combustibles fósiles y de recursos no renovables”, y crear el Instituto de Energías Renovables para aplicar una política que, “sin desconocer la importancia de los hidrocarburos, privilegie el desarrollo de otras fuentes de energía que respondan al cuidado y a la restauración del medio ambiente”.
En el último punto de su decálogo, López Obrador propuso “limpiar a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad de corrupción” para financiar gran parte de la inversión que demanda la industria petrolera y eléctrica del país.
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