El Cruz Azul mexicano superó al Sporting de Gijón en la final de consolación del trofeo Teresa Herrera y concluyó el torneo en tercera posición al imponerse en la tanda de penaltis (2-2 en el partido) y después de remontar en los últimos diez minutos los dos goles de ventaja de los asturianos.
Con menos de 500 espectadores en el estadio de Riazor al inicio del partido y un ambiente que parecía el de un encuentro a puerta cerrada, el Cruz Azul recuperó el pulso en la segunda parte después de una primera en la que el Sporting apostó por la combinación en el centro del campo con Diego Camacho, De Lucas y, sobre todo, Carmelo.
La línea medular fue la encargada de aportar el fútbol y también las oportunidades de gol, que comenzaron con un disparo de Camacho desde la frontal tras una falta escorada, y una jugada personal de Carmelo, dentro del área, que, después de una serie de recortes, culminó con un disparo atajado sin problemas por Alfonso Blanco.
El Cruz Azul apenas era capaz de poner en apuros a la zaga asturiana y sólo Edgar Andrade se atrevió con un lanzamiento lejano, en el ecuador del primer periodo, que se marchó por encima de la portería de Sergio Sánchez.
Los mexicanos replegaron líneas y presionaron al Sporting en la parcela ancha, pero empezaron a evidenciar debilidades en la retaguardia a la media hora de partido, momento en que se vieron superados por el rival.
Fueron los mejores minutos del equipo de Manuel Preciado, que avisó con una ocasión de Barral y un disparo de Camacho antes de que Carmelo, a diez minutos para el descanso, cabeceara al fondo de la red un centro de Sastre desde la banda izquierda.
Los mexicanos reaccionaron en el segundo periodo, en el que se hicieron con el control del esférico y mostraron mayor ambición con la entrada en el terreno de juego de Vigneri, Zeballos y Villaluz, que participaron en la acción más peligrosa del conjunto de Benjamín Galindo, cerrada con un disparo del extremo que no cogió portería.
Cuando mejor estaba jugando el Cruz Azul, Emilio Hassam y Barral se enzarzaron tras una falta y ambos dejaron a sus equipos con diez por roja directa, algo que dejó tocado al cuadro mexicano, que cinco minutos después encajó el segundo tanto, obra de Jorge en una jugada de estrategia ejecutada por De Lucas.
El equipo de Galindo no se amilanó y consiguió meterse de nuevo en el partido a falta de diez minutos para el final con un gol de Villaluz, que aprovechó un balón suelto en el área, y forzó la tanda de penaltis en el tiempo de descuento con un buen remate de Vigneri a centro de Carrusca para llevarse el torneo desde los once metros.
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